SANGRE Y AGUA (POEMARIO COMPLETO)

PRIMERA PARTE . VOZ DEL SUEÑO
LECCIÓN

Pensaba que el mundo era una flor
hecha para ser contemplada.
Cuando era niño, soñaba
con que nadie me la quitaría.
Crecí, y los años se sumaron
a mi cuerpo, y vi un mercado
donde debiera haber un templo
y, airado, maldije el mundo,
mi sueño de niño.
Lloré
la inocencia perdida del jilguero
que venía a cantar a mi ventana,
y juré volver la espalda a todo
lo que no era yo, pero en mí
tampoco hallé lo que buscaba, solamente
un pozo oscuro y seco, una mentira
encontré en la intimidad de mis entrañas.
Por eso, meditando
me encontré
con la caverna de mi propia tumba.
Y olvidé para siempre mi alegría,
¿para siempre?,
un día
vi a un niño sonreír con una pelota,
con un mundo pequeño en las manos
como el que había perdido
y volví a soñar, porque el pasado,
regresa siempre haciéndose futuro
delante de nosotros.
En aquel niño volví a nacer de nuevo.
Porque todo lo vivido,
el sacrilegio y la profanación,
y las trampas legales de los hombres,
no eran más que un nocturno intervalo escaso
para el eterno reencuentro con mi sueño.
ATALAJE

Marineros que cantan
frente al mar de la vida
ordenando sus redes,
preparando sus barcas
de madera astillada
donde se posan las hambrientas gaviotas
esperando la limosna diaria de un bocado.
Así es el trabajo,
un constante
inicio de intenciones,
una mirada perseverante
a lo que nos rodea y nos construye.
Marineros, ¿para quién faenáis
cada mañana que la luz os despierta?
No todos los que viven
se acercan al muelle donde el agua
lame blandamente los diques y las rocas.
Muchos ignoran que el mar es el mar,
han oído hablar de él pero nunca lo han visto,
y desde sus manuales quieren comprenderlo
como un sistema o un juego preconcebido.
Pero vosotros sabéis
que solo conoce el mar el que a él se acerca
y ha sentido la ropa mojada sobre su cuerpo.
Por eso,
cuando os veo inmersos en vuestra labor,
arrastrando el pescado a tierra
me pregunto: “¿Qué he hecho yo
para merecer lo que me dais?”.
Nada soy
delante de vosotros,
que dejáis los recuerdos en la costa
mientras os desvanecéis en el abismo.
Envejecéis en medio del peligro
que cada instante os roba una esperanza,
pero aún así, continuáis, nobles y firmes,
la labor para la que fuisteis nacidos.
Cuando quiero aprender
vengo a visitaros,
porque vuestro trabajo es mi alimento,
y vuestras manos son también las mías,
que elevan la poesía que os ofrezco.

ASÓMATE A LOS DEMÁS

Asómate a los demás, no seas tímido,
para conocer la vida.
El Amor espera a tu puerta,
invisible niño flechador
que hiere desde el fondo de tu sueño.
Asómate a los demás si quieres verte
en las cosas que, en el tiempo, juegan a esconderse.
No temas, desde el polvo de la tristeza
se eleva la catedral de lo sublime.
Ese palacio es tuyo,
con sus mil puertas, con sus millones de años,
y el vino solar que el mayordomo te escancia
en cada circunstancia que te sucede,
es el espíritu que nunca muere,
el aire en el que tus deseos vuelan
esparcidos por el orbe sustantivo.
Te conocerás cuando te conozcan,
y seas una fábula de niebla,
un ejemplo que como sombra pasa.
El bueno es visible desde la noche,
ardiendo como está su corazón
de óleo de infinita fortaleza
que nace sin cesar en cada cosa.
Ungido estás de alegría, invencible arma,
contra la adversidad del vano temor,
que huye de ti, cuando oye estallar tu risa
que florece en la rosa de tu rostro.
Respiras por cada persona que amas.
LA SALUD

Cuando la enfermedad llame a tu puerta,
no te lamentes ni te aflijas;
más bien piensa
la causa por la que te ha venido.
¿Vives intensamente
o eres solo
un peso vulnerable sobre el suelo?
El dolor te ha despertado
para enseñarte algo nuevo
y para mostrarte lo que antes no veías.
No hay despertar sin dolor
y así tú
has sentido el golpe y te resientes
pero el golpe es una ola que te lleva
hacia el encuentro con tus semejantes.
No busques profecías en las cosas
que te prevengan de la desgracia,
pues tú serás profeta de tu vida
si así lo quieres,
pues querer con fuerza, frente a todo,
es el secreto de la omnipotencia.
Tú tendrás salud cuando despiertes
y recuperarás lo que por un momento
te ha sido negado y te entristece.
La salud es el mañana,
el hoy es la muerte,
y el mañana te traerá lo que deseas.
Fíjate en el viento como pasa
y desnuda la tierra,
pero es
para que vuelva la hoja verde
a empezar, y el tiempo no perezca.
¿No quieres tener desgracias?
Pues entonces
aprende a ver en cada novedad
un motivo de alegría,
porque no hay cosa
que no te traiga un fruto perseguido;
y vive para los demás en ti,
para que los demás para ti vivan.
EL HAMBRE

Frente a la espaciosa casa del que duerme,
hay un hombre delgado y triste,
con la espalda al descubierto,
donde se ven las cicatrices rojas
que imprimió en su piel el tiempo.
Su mirada es torva,
sus costillas
taladran su carne que por milagro
se mantiene viva.
Él es aquel
que nunca tuvo cama ni descanso,
y que camina por el mundo
como una hoja seca,
sin que nadie
de él se acuerde, cual si no tuviera rostro.
Y también sabe llorar y reír
y alguna vez
ha sentido lo que sienten todos:
deseo fundamental de algo mejor,
que unos llaman amor y otros riqueza.
Pero en los vertederos donde arrojan
los vecinos del mundo sus despojos,
él cosecha su pan, un pan amargo,
tan amargo como la ingratitud.
Nadie lo ve cuando camina
porque nadie quiere verlo, y él avanza
tan despacio que apenas se lo escucha.
Se esfuerzan las señoras por apartar
de él a sus hijos que lo miran
como si fuese un juguete gracioso.
Y él no se detiene, continúa
mostrando la verdad a los que encuentra.
Mendigo, tú que vistes el desprecio
de los que te miran,
dime que fuiste
un corazón de fuego algún día,
y que cuando naciste, unas manos,
te arroparon con calor,
y tal vez
te lavaron con el agua de la dicha,
como un príncipe en el palacio
del amor.
Sí, alguien alguna vez te vio
como la perla que eres, sostenido
por un rayo de luz,
porque tu sangre
es el espejo de los que te miran.
ROMA

Todos los caminos
conducen a Roma,
pero qué poco saben
de ello los que inventan cada día
un medio distinto para alcanzar lo mismo.
Algunos
creen que el automóvil es la clave
de bóveda de un mundo mejor,
pues llaman al progreso redención
y a la velocidad destino humano.
Con sentarse en la cabina
y apretar el acelerador deprisa,
imaginan que el mundo está en sus manos
como un trozo de pan
o una bebida.
Conducen ebrios
por la carretera que ellos fundaron
hacia sus domicilios silenciosos
con un itinerario vacacional en mente,
que se materializa en una vejez más rápida.
Mundo de actores,
no de vivientes ni de compañeros,
mundo de azafatas y de aviones,
de espejismos en el desierto.
Para vencer las distancias
es necesario tender la mano,
y no correr más deprisa
por una carretera o una autovía,
pues un medio no vale más que otro,
y el viaje justifica la meta.
Todos queremos lo mismo:
llegar a Roma, pero nos diferencian
el medio, la nación y la costumbre
de cada época.
Roma está en cada uno,
no la busques,
si no te has encontrado antes a ti.
CÓNYUGES

Caminando por la calle de todos
a la luz de las farolas que copian las estrellas,
van abrazados una mujer y un hombre,
sosteniéndose el uno en el otro,
libres en su dependencia.
El hombre mira al cielo prolongado
en la cúpula incierta del espacio,
y de vez en cuando se toca el mentón
como para recordar.
La mujer
mira al suelo y cuenta cada paso
urdiendo un plan de vida, siempre anhelando.
Y los dos se tropiezan
con la inmensidad de cada cosa,
y cuando hay algo que les cierra el paso,
uno a otro se consultan y se entienden
sin articular palabra. Así quisiera
que fuese la verdad para los hombres,
algo que cada cual viera en el otro,
como una pareja de compañeros
que comparten un ritmo y un destino.
Porque la verdad no es lo que vemos
sino lo que sentimos,
mientras el pie se esfuerza en proseguir.
MINISTERIO

Es fácil seguir a los demás
cuando nos preceden,
pero qué difícil es dar ejemplo
cuando se debe dirigir a otros.
El que sigue a un primero lo contempla
imitando su ademán, sea bueno o malo,
conveniente o inconveniente.
No tiene más
que repetir lo que ve
sin otra norma.
Pero aquel al que todos miran
pues se ha hecho
titular del interés de todos,
ese, tiene que estudiar sus gestos
cuidando no infundir error en nadie.
Porque cualquier decisión que se tome
ha de ser consultada con el grupo
como una opinión más
que puede ser o no tenida en cuenta.
Por esa causa, el director de todos,
renuncia antes que nada a sí mismo,
tomando la carga de los demás.
Solo sabe mandar el que renuncia,
y no se concibe otro ministerio.
FORTUNA FAVORABLE

No necesita ley
quien al corazón sigue,
porque es el corazón motor prudente
que supera el miedo a los obstáculos.
La fortuna, amigo, está en tu corazón,
no la persigas en la inteligencia;
pues la inteligencia, sin el corazón,
es un efecto sin su causa.
Serás rico cuanto menos comprendas
y más vivas o ames
que es lo mismo;
pues el conocimiento
brota de tu vivencia cotidiana
como una planta del oscuro suelo.
Todos los bienes, como ramas
emergen de un mismo tronco: el entusiasmo,
la alegría profunda del corazón.
Y todo lo demás es inconsciencia.
DELINCUENCIA PATRIARCAL

Siempre hay un funcionario que malversa,
los caudales públicos y permanece impune,
siempre hay algún político que atenta
contra la dignidad y la persona,
mas tú no te preocupes si otros viven
de lo que roban: ellos tendrán su paga
en lo que hagan, jamás conocerán
la alegría. Porque aunque rían
mirando hacia ti, su cuerpo se pudre
por dentro roído de ambiciones
que no les dejan ni cuando se acuestan.
Pasan la vida fingiendo y disimulando.
Cuando caminan, parece que huyen
de sí mismos, como si quisieran
dejar atrás su culpa y escaparse.
Edifican y compran, porque piensan
que llenando el estómago de aire
llegarán a olvidarse de lo que son
cambiando de identidad o de rostro.
Pero donde encuentren un espejo
encuentran su tristeza y su recuerdo,
y cada cosa que ven les repite
su culpa como una campana firme.
¡Tienen tantas cosas que contar!
Llevan colesterol en las venas
y no circula la sangre por ellos.
Depositan su voto en la urna
con asco, y procuran no ver a nadie
que no sea su cómplice. Se sienten
más tranquilos entre sus iguales.
Y cuando menos lo esperan, la vejez,
los sorprende, y ya no pueden reparar
lo que hicieron. El tiempo se les acaba.
Todos los felicitan, y ellos, tristes,
sienten como si se burlasen de ellos.
Quieren estar a solas y suspiran,
encienden el televisor y lloran.
Todo se les vuelve superfluo
porque ellos son superfluos, nada es firme.
Y un día, los meten en una caja
y ya nadie se esfuerza en olvidarlos,
como si nunca hubieran existido.
PAISAJE

Anochece. Brillan las pupilas del cielo,
mientras ulula el búho y el murciélago surge.
Un gato sale en busca de caza.
En los establos
mugen las vacas de los ganaderos,
y la mejor parte de mí está volando
entre los pinos y los robles,
los gigantes
vegetales que pueblan las montañas.
Se va encendiendo poco a poco la noche,
y yo la amo
como una madre que me arropa en su silencio.
Las luces emanan de las casas,
llamas lejanas
que se pierden en la imaginación durmiente.
Salgo a pasear,
¡ qué bello lo que nunca llega a conocerse!
Nacer y morir, y mientras tanto,
una ilusión que brota del alma
como el agua de un manantial sonoro,
del alma, lo que une a todos los hombres,
del alma, lo que cambia en cada cosa.
Sueño en la noche que mi corazón,
lo único divino que poseo,
será mañana el sol que nos alumbre.

OTRO DÍA
Me tumbé en el campo y puse mi oído
sobre la tierra, para oír latir su centro,
el centro que es tu nombre, tú a quien siento
y no veo, hermano lejano.
Los grillos saltaron sobre mí
y me llenaron de canciones,
mientras las águilas, raudas, volaban.
Yo estaba como ausente
pero estaba
en el delirio de la comprensión.
Yo te escuché hablar en lo que oía
a través de las voces del espacio,
viendo caminar a cada insecto
como un milagro de tu boca,
y creí, al fin, estar entre tus brazos.
Yo soñé que te veía en cada cosa
como el distante sonido del mar.
AÑORANZA

Jamás, jamás volveré a ser niño,
pero, ¿qué me importa?
Mi ilusión no ha muerto,
sea un destino o un recuerdo,
da lo mismo, pues ella va conmigo.
Y es tal la convicción que en ella tengo,
que sé que no me abandonará nunca
vaya adonde vaya,
pues ella soy yo,
y yo soy los demás. Nada me falta
cuando ella me acompaña,
ella es mi alma,
lo que mueve las cuerdas de mi cuerpo.
Así que mientras viva no añoraré
lo que he perdido, pues no soy yo
otra cosa que lo que he perdido.

DESCANSO VERDADERO

Los álamos del parque
tienen lepra en el tronco
y su corteza, se va desnudando a tres colores.
El blanco, el pardo y el ocre
se alternan en escamas de madera
que se suceden como las costumbres
entre los hombres. Primero la fase
de la inocencia: el blanco. Todo es nuevo
y parece irreal como un prodigio,
el asombro va del objeto al ojo,
y los sabios respetan a la fiera
que en su cubil descansa, cazadora.
Después llega la moda de los trajes:
el pardo, con sus fiestas y sus galas,
los imperios y los ultramarinos,
las comunicaciones y los viajes.
Los gestos se amplifican en consignas,
las consignas se vuelven protocolos.
Y, finalmente, la era palidece
hasta teñirse de ocre, el desengaño,
y el amarillo de la decadencia
cambia otra vez a blanco, el fin comienza.
Así la vida evoluciona y brota
de una misma raíz que la mantiene.
Esa misma raíz es el descanso
que no se puede ver, solo se piensa.
Cuando me aburren los trucos del mundo,
que son como coloreadas cortezas,
tiendo mi pensamiento en la raíz
del álamo, y allí dejo mi vida
envuelta en la paciencia de la tierra
donde se fundamenta lo visible.
BALADA DE LA MUJER JOVEN
Mujer que caminas por la playa,
tu corazón palpita de alegría
pensando en el futuro que te aguarda,
soñando con hijos y con proyectos,
con un hombre que te ame a ti tan solo.
Mujer que caminas por la playa,
deja que tu esperanza sea tu alma,
pues de esperar vienen todos los bienes
y de la esperanza todo se alcanza.
Mujer que caminas por la playa,
no bebas el licor de la pasión,
pues de la pasión viene el desengaño,
y el desengaño es triste condición.
Pero ama, y no te canses
de amar aún a los que te mintiesen,
porque es amor calor como el del sol,
que da la vida allí donde se encuentre.
MÉTODO CIENTÍFICO

Aprender a observar
sin pretender un fin o un interés
es la felicidad y el verdadero
conocimiento. Las cosas no son
más que lo que de ellas percibimos.
Mirada transparente, por encima
de las lentes verdosas de los prejuicios,
es la que hace a un ser inteligente,
y la inteligencia es el corazón.
Antes del ojo está la imagen,
antes que la imagen, el impulso,
cuyos orígenes todo lo aprecian.
Mirada por encima de las cosas,
sobre las cosas,
¿qué es si no la divinidad?
ESCUELA EN LA ALEGRÍA
He visto todos los canales
de mi televisor, y no he encontrado
uno siquiera que hablase del alma,
que es lo que siento cuando estoy despierto.
Los conflictos del mundo y las epidemias
me dejan frío, solo son imágenes.
La publicidad es un engaño
que dora la insatisfacción que siento.
¿Espectáculo? El Coliseo ardiendo
mientras Nerón se divierte y recita
la destrucción de Troya con micrófonos
y la locura de la lira eléctrica,
deporte, gladiadores y violencia,
y ruido, mucho ruido, mucho ruido.
Apago la pantalla y reflexiono
en el silencio, la fuente secreta
de la que la salud al hombre viene.
Y salgo a buscar la alegría afuera
adonde están los demás, mis amigos,
aquellos a los que todo les debo.

HUERTO LABRADO

Está el huerto labrado. Las legumbres
se deslizan hacia la luz dormida
de la mañana. Los pájaros cantan.
Los habares amarillean sus hojas
y trepan por las estacas retorcidas
mostrando sus alargadas vainas
repletas de alimento. El estallido
de los rojos tomates aparece
cual brasa repentina entre las hojas.
Cual damas ataviadas para un baile,
las lechugas, enaguas invertidas,
o rosas verdes, se abren a la vida.
Y el escarabajo de la patata,
en hileras y congregaciones,
asciende por los velludos tallos
salpicados de lívidas flores
como princesas hambrientas y mudas
de un cuento fantástico o leyenda
oída muchas veces, y otras tantas
por la imaginación enriquecida.
El huerto está de fiesta: centellean
las gotas de lluvia como estrellas.
Yo quiero despojarme de mi traje
de orgullo, de ambición, de hipocresía,
de civilización perecedera,
y vestirme también de fiesta alegre
como el huerto, para con él fundirme
en el abrazo de todas las cosas.

TRANSICIÓN

El viento pasa rápido y sonoro
arrastrando mi voz a otros lugares.
Parece que quiere detenerse
y se reanuda, con impulso extremo.
¿De dónde vendrá? ¿Qué significa?
Barre el cielo y la tierra
arrastrando las hojas de los árboles,
haciendo bambolear sus ramas
que se dibujan en el gris del cielo.
Gris: el color de la nostalgia.
Tengo los ojos libres en el viento,
tengo los pensamientos en el viento,
tengo las esperanzas en el viento.
Y yo, en el silencio estoy sentado
mirando la ventana
velada con una tenue cortina
y tan solo oigo el viento cuando pasa.
ELEGÍA DEL CISNE

Te fuiste, amor de ayer,
mas me dejaste
el amor de hoy como un recuerdo
o como un regalo. Eras un viaje
y una aventura, pero hoy eres sueño
y hogar, tú que me acompañaste
y me acompañas, página que arde.
Te beso en la noche desde lejos,
cuando no estás conmigo estás en mí,
y me hablas cerca del oído
con palabras que solo tú conoces.
No podría ser de otra manera
tu marcha, si no terminaras
por quedarte, al fin, en cada cosa
que veo, que siento y que percibo.
Tú te quedaste para siempre en mí,
tú en mí te quedaste para siempre.
NOCHE ABIERTA E INFINITA
No duermo. Solo pienso y olvido
y cuando olvido creo recordar
tu boca, mujer que me amaste
en el crepúsculo del mundo.
¿Dónde estás? Tal vez estés aquí y no te vea.
Tal vez no estés aquí. No importa dónde.
Tal vez nunca estuvieras. Nunca, nunca,
que es como decir siempre. Me parece
oír tu risa como un cascabel
revoloteando en torno a mi lecho.
¿Serás una ilusión? Yo solo pienso
que si eres ilusión, eres verdad,
en esta noche abierta e infinita,
y que estamos los dos uno en el otro.

MUERTO VIVO DE AMOR

Tú que caíste
para elevarte a la cima del mundo,
tú que te hiciste
pan para cada uno de nosotros,
tú que llevas
en ti nuestros trabajos y dolores,
tú que quisiste ser todos los hombres.
Hermano, amigo, maestro,
sangre de mi sangre también eres,
tú diste tu sangre por mi herida.
Y yo confieso que no hay otro Dios
en el cielo, en la tierra o en lo profundo,
que aquel que se entregó para la vida.
PORVENIR DEL CORAZÓN VACÍO
Es el corazón un recipiente
que solo se llena con el tiempo.
El tiempo, la habitación soñada,
que forma al alma como el agua al vaso.
El tiempo, que es el paso de la vida,
que va dejando oro en el recuerdo,
como un libro que se escribe despacio
y cada frase es un descubrimiento.
Misterio guarda ese frasco de perfume,
misterio que nos dará el pan mañana.
En él confiamos. Solo en el confiamos.
Algún día encontraremos la llave
y lo abriremos, y lo sabremos todo:
lo que está cerca y lo que está lejos,
el antes y el después que nos preocupan.
Algún día encontraremos la llave,
y entraremos en la gloria de su cuerpo.

ESPEJO MUSICAL
Toco el piano
y pongo cada dedo en una tecla
y suena una nota desbordante
como la imprevisión de la vida.
El piano es el espejo de mi alma
cuyo color borrado
se oculta como un pez en el estanque.
A veces es el silencio
el que me sobrecoge.
Otras veces es la aparición
de la visión que preludia el sonido
altísimo de la imaginación.
Pero ese piano es
mi respiración y mi existencia,
es cada rostro conocido
de la naturaleza que me habita.
No es un instrumento, no es un mueble,
es el asombro traducido en música
que contiene la rosa del sentir.
Es un espejo que oigo cuando lloro.

MAÑANA SOSTENIDA POR MIS MANOS
Qué viva es esta mañana de fuego.
El sol juega en el agua
del mar que lame la rampa de piedra
del malecón. Las barcas bailan
sobre la superficie tremolante.
He visto niños pescar con ganapanes,
y ancianos tendiendo el hilo de sus cañas,
para sacar del mar los relucientes
metales de los peces. Una gaviota
enferma estaba acurrucada
en el suelo desnudo. He visto olas
arrastrar las boyas como globos
o como vejigas o como astros.
Los buques viejos descascarillados
flotaban sobre el agua mansamente
y, a bordo, los hombres ocupados
en sus tareas, ordenaban las redes
y los aparejos: nalsas, cuerdas
y milagrosos utensilios
para explorar el mar inmensurable.
Yo miraba las rompientes
donde golpea el oleaje, cubos
de hormigón armado que resisten
el atávico empuje de las aguas.
La mañana parecía
una lumbre
sostenida por mis manos
donde todo en todo se sumergía
y desde el fuego todo despertaba.

NEGOCIOS VANOS
¿De qué te vale
comerciante, acumular valores
en tu cuenta corriente, para que el capital
siga creciendo
interés a interés, como una enfermedad
devastadora?
Tú eres el autor de tus desgracias,
porque mientras te preocupa el negocio
descuidas tu deber para contigo
y para los demás, que son tu vida.
Pobre de ti, si quieres encerrar el mundo
en una entidad financiera.
Te tragarías las montañas
pensando en que sus bienes serían tuyos.
Préstamos, acciones, hipotecas,
letras de cambio, fondos de pensiones,
cheques, pagarés, tarjetas, bonos,
depósitos de recursos, cadáveres fiduciarios.
El valor reside en la persona
y en su carácter,
los bienes no están fuera,
están en ti si sabes encontrarlos.
Una casa grande es una tumba
si no alberga a un corazón en ella.
Dejas pasar la vida como un muerto
llenándote de pompa y lujo, aire
que engendra aire, ¿y luego qué te queda
cuando cierras el puño? Una herencia
de hambre nunca saciada, de dolores
que pesan como deudas, tu legado
para el mundo que dejas, pues no has podido
llevártelo contigo en el bolsillo.
Las cosas no son para apropiarse de ellas
sino para aprender su verdad muda.
Si arrancas la planta de la tierra
dejando al descubierto sus raíces,
se seca, pues depende de la tierra.
Del mismo modo el capital procede
del suelo, si lo separas de él
lo pierdes, y te pierdes a ti mismo
pues tú también eres un bien del suelo.
Por eso te vendrán devaluaciones
y crisis de lo que tienes oculto;
se extenderá la inflación por tu crédito,
y perderás el tiempo que perdiste.
Gratuito es el sol que da la vida,
gratuito sea también tu alimento,
pues el trabajo nunca falta
a quien lo busca. Todo está por hacer.
El mundo es, en conjunto, la huella,
que tu dejas trazada antes de irte.

LA CASA EN FLOR
En bicicleta recorro
las calles del poblado en el que vivo
a la velocidad del pensamiento,
que corre más que la electricidad.
Cuando quiero hacer un alto en el camino,
me detengo a observar el estallido
de las flores en una casa anónima
que me ha llegado al corazón.
Yo veo
los tiestos colgantes en los balcones
cual los de Babilonia, derramando
unas flores rosadas y perfectas,
que abren sus corolas a la luz
como un salmo o como una anunciación,
como una salutación a mi alma.
Y me digo en secreto:”Quién pudiera
morar en esta casa para siempre”.
Porque la eternidad no puede ser
algo más bello que esto ni más santo.
“Detente”, le dicen mis ojos
al reloj de mi vida. El tiempo sobra
ante esta verdad. Pero el tiempo, terco,
prosigue su ruta.
Cuando ya he retomado mi camino,
la casa en flor habita en mi memoria
como un futuro que se me promete
al día siguiente, y así, feliz,
espero hasta mañana, hasta el mañana
que está más próximo en mi sentimiento.

BALANCE
Tengo un tesoro escondido
en mi corazón.
El tesoro eres tú, amigo;
mi canción es tu canción.

Tengo una cartera rota
donde guardo lo que soy:
una moneda limpia.
Mi mañana está en el hoy.

Y no poseo en depósito
más que este tesoro en moneda.
Ella es mi amor, mi esperanza.
Cuando todo se va, ella se queda.

Se acabará lo que veo,
se acabará lo que amo,
pero permanecerá mi amor
como el ritmo de mi canto.
DESTINO REDENTOR DEL AGUA
De ti vino la vida,
materia cadenciosa y susurrante
que cuando tocas, regeneras todo
deslizándote hasta la memoria.
Por ti nos llegó la luz,
que vimos reflejada en tu infinito cuerpo.
Todos nacimos cuando nos mojamos.
Bebemos tu mensaje salvador,
que nos habla de un destino común
y de una sola patria para el rico
y para el pobre. A ti volvemos siempre
después de un viaje largo bajo el sol.
Estamos unidos a tu principio.
¿No fuiste tú quien creaste las cosas?
Pusiste tu dedo en el silencio
y los hombres nacieron como islas.
Dejaste que formaran nubes los sueños
en los que creíamos, y fueron
los blancos castillos del legendario cielo.
Y nuestras palabras fueron barcos
que trascendieron las altas fronteras
hasta llegar a descubrir el fuego
del amor, que de nosotros surge.
Pero ahora te queremos preguntar
agua, tú que eres el destino,
¿hacia dónde te diriges? Con tu canto
nos recuerdas que sigues siendo la misma
que al principio, y que el final será
un nuevo comienzo. Ya caminamos
sobre tu superficie y hemos visto
prodigios y milagros a tu lado:
cómo la tempestad se serenaba,
cómo los peces se multiplicaban.
Nada tememos en tus firmes cambios,
pues el cambio es la columna del mundo.
Sublime voluntad, lleva a tus hijos
hacia la inmensidad del corazón
que formaremos con nuestras palabras.

MIEL DE ASOMBRO O SABIDURÍA
Percibes el corazón de las cosas,
no las cosas que se repiten en el espejo
de las aguas del nacimiento,
ves en lo íntimo la fuente.
Vate siempre sagrado, eres espíritu
difundido en la mecánica materia.
No tienes rostro fijo, estás en todo,
y aún es poco todo para ti,
tus sueños son animales que huyen.
Sales del exterior, entras en lo interno
y te haces carne musical, susurro.
Quién entrara para no salir nunca
en tus inspiradas caricias
de comprensión perfecta, de regalo continuo.
Todos a través de ti sienten
boca de oro, oscuridad que resplandece.
Todos existen a través de ti.
AURORA MUSICAL
Tendido en mi cama sueño
el mundo como una rosa de fuego
que abre cada pétalo y se expande
por la noche oscura del universo.
La rosa, cuyo centro es un enigma,
crece como una infinita sombra,
haciendo a la nada como un espejo
que copiara su imagen en sus aguas.
El oriente está tan lejos del occidente
que ya se une a él en el espacio.
Se tocan los contrarios y la vida
brota en la soledad como un milagro.
EL CURA JOVEN

El cura joven dice misa
mirando al cielo con sus ojos grandes,
las palmas de las manos extendidas
y las alas en su voluntad,
que supera en firmeza a la roca.
Cuando pisa el suelo, no lo hace
con temor, sino con serenidad
como si la planta del pie tuviera
extensas raíces para sostenerlo.
Reparte la comunión con sus manos
y da lo necesario a cada uno.
A nadie da más de lo que espera.
Todos lo miran como un enviado
y lo saludan desde su silencio,
y le entregan su corazón llagado
para que lo repare con su aliento.
El cura joven no descansa nunca
en mullidas camas ni en cojines,
sino que cada día se levanta
para partirse como el pan a todos.
Si llora alguna vez, son sus lágrimas
por los que se pierden y no encuentran
el camino,
o por los que se desesperan.
Cura joven: tu vida es nuestro ejemplo,
tu ejemplo es nuestra vida,
pues tú despiertas nuestro sentimiento
con tu voz,
porque tu nos enciendes como lámparas,
como vigilantes lámparas,
como un planeta animado en el espacio,
como una señal de vida en la muerte.

FIN DE UN POEMA
Este es el fin
de un poema,
de un poema que habla de lo que estoy viendo
cuando cierro los ojos y recuerdo.
¿Cuál es su principio?
Tal vez sea
su principio el silencio,
mas en el silencio estás tú, lector que sientes,
y que lo justificas
con tu oído,
que regenera el canto y lo mantiene
temblando como una llama secreta.

ANTES DEL FRUTO, LA FLOR

Hombres que recogéis el fruto
y despreciáis la flor,
¿por qué no veis que todo es necesario?
Sin flor no hay fruto,
sin amor no hay vida
en vosotros. Sois como hojas secas.
Cuando cultiváis queréis el fruto
antes que la flor, y fracasáis
midiendo el mundo con vuestros criterios
de una razón que es herencia inventada.
Para vosotros
las cosas son recursos, no verdades.
Miráis sin ver, a través de pantallas
que matan aquello que estaba vivo
volviendo plano en una imagen
lo múltiple e infinito: la materia.
Antes que recoger el fruto,
acariciad la flor que se os ofrece
a vuestra vista, pues el fruto es
solo una consecuencia de su causa.

LA PLAYA HABITADA
La playa está habitada
a mi alrededor por mis iguales,
hombres y mujeres anónimos que cruzan
la franja arenosa en busca del mar.
También hay niños
que juegan y ríen bañados por el sol,
el mismo sol que dio origen al mundo.
Los hombres hablan de política,
periódico en mano. A veces fuman
expulsando nubes blancas como sueños
por sus bocas. Las mujeres dialogan
sobre criaturas, trajes y cocina.
Los ancianos, trémulos y delgados,
se arriman a la luz difuminada
que cae en torrentes y forma reflejos
incandescentes. El rumor
de las reiterativas olas
llega hasta la silla donde estoy sentado,
escuchando al borde del tiempo.
Unidos mis sentidos al entorno
perciben entre todas las voces
una sola voz y un solo mensaje,
el mensaje dicho por todas las lenguas,
el mensaje que oyeron nuestros padres,
los que cultivaron la flor primera.
Yo no sé decir ese mensaje,
es como un surtidor de energía libre,
oculta, repentina y constante.
No es una palabra, es el secreto
de la vida y del movimiento.
Si lo queréis sentir, situaos
en medio del tálamo del mundo
y escuchad,
tan solo escuchad.

TESORO OMNISCIENTE DE LA DISTANCIA
Yo no conozco al hombre que vive en las montañas,
ni a la mujer que ofrece su pecho al hijo enfermo,
no he visto las miserias de los continentes,
allende los mares del universo humano.

Pero, en cambio, he visto el milagro del insecto
que corretea por la pista de mi mano,
y conozco cuanto ama, desea y sufre el bueno
por encontrar la anhelada esperanza
que solo en el recuerdo se posee.

Por eso canto a la hoja que cae del árbol firme,
al organismo muerto que pronto será vida,
la vida que vendrá, esa que esperamos.

Tenemos que entregar lo que hemos recibido,
para recuperarlo en la hierba que empieza.
¿No ves esa hoja joven, que ya está despertando?
EL AMIGO DE LOS NIÑOS

Eres viejo,
pero tu alma salta como un niño.
Tú lo sabes todo y aún no sabes nada,
tienes que aprender de nuevo.
De cada desengaño percibirás un fruto.

Quien conoce la vida a los niños alaba,
quien ha sentido pena alguna vez se alegra,
porque los niños son puros como el origen,
y llevan la fuerza del principio en su sangre.

Todos nacemos niños,
pero el aprendizaje, al pasar por nosotros,
nos hace soberbios y distantes
porque ya no observamos, declamamos
nuestros códigos de conducta muerta.

Hemos perdido la virtud de aprender
de lo que sentimos,
pues toda la ciencia es un sentimiento.

Pero los niños a ver nos enseñan,
como maestros, cuando nos preguntan.
Sus preguntas superan a la mejor respuesta.

Amigo de los niños, eres joven por siempre,
naciendo en cada nuevo nacimiento
que la vida te ofrece. Resucitas tu alma
en cada corazón que junto al tuyo late.
SANTA COPA DE ORO
Santa copa de oro que te llamas sol y fulges
inundando de colores la tierra,
de la diversidad que hace la vida,
que es el movimiento y la unidad.

Desde el suelo –que es todo el universo para el hombre-
te muestras como un ojo al que miramos sin ver.
Reloj sin agujas, misterioso engranaje
que extiendes tu bandera de luz en nuestro abismo,
que hemos visto de niños y veremos de ancianos,
antes de empezar de nuevo desde la tierra oscura
como la noche, con nubes por fondo.
Monarca inmortal cuya potestad llega
hasta nosotros y nos restablece,
rompiendo en mil pedazos nuestras máquinas y fraudes,
nuestras torres radiactivas, nuestras bombas como arena.
Venga a nosotros tu reino, tu palacio de salud,
tu claridad tranquila. Somos tuyos
aún antes de nacer, cuando estábamos
en el útero de tu voluntad. Tus rayos atraviesan
nuestra mente y la purifican. Tus rayos son rectos como normas,
y sobre el agua son misericordia.
Santa copa de oro, ¿cuándo te beberemos
hasta las heces? ¿Al final del mundo?
¿Cuándo tu poder será nuestra materia
y participaremos de tu resplandor de gloria?

¿Seremos uno en ti? Nos abrazarás como Padre
al que sus hijos exiliados le han sido devueltos.
Tu copa no es de amargura, es de gozo
y de felicidad y de promesa cumplida.

Porque tu verdad luminosa derriba las murallas
que nos separan a unos de los otros.
INSTRUCCIONES PARA SER FELIZ
Construye una casa en tu corazón.
Después, invita a cualquiera a morar en ella
contigo, y no te importe
su semblante ni su gesto,
y él te dirá quién eres.

Y él te dirá quien eres,
cuando le enseñes tus manos.
Comeréis a una misma mesa
que será como el mundo, indefinida.

No temeréis el espanto de la noche,
pues en vuestra casa siempre habrá luz
y conversación, y la alegría
revoloteará por vuestro huerto.

Construye una casa en tu corazón,
y mírate en el espejo del otro.
DELFINES SAGRADOS EN EL AGUA
Míralos sumergirse y cantar en el azul,
libres pensamientos diseminados;
míralos agruparse entre burbujas efímeras,
entre salpicaduras y coronas de espuma.

Conocen la profundidad del día
y han visto y oído la creación del mundo,
y son los mensajeros de la última noticia,
y vienen hacia ti surcando el transparente mar.

Te saludan con la fuerza del rayo
que dividió al hombre y que ahora lo restaura.
Son ángeles,
su juventud no tiene término
ni conoce medida su alegría.

Si caes, ellos te levantan
hacia arriba, de donde cae la luz
que tú también serás cuando florezca tu tiempo,
y te llevan de la mano por avenidas de agua,
hasta la definitiva isla del sueño: la verdad.
A UN SOMBRERO DE PAJA

Dosel dorado, preámbulo del sol,
cofia abierta, nimbo trenzado,
casco vegetal, tú que tienes
tantos nombres. Eres el espíritu
que refresca mi cabeza del fuego
de la tarde que viene silenciosa
con paso de pluma, a recogerme.
En el jardín de las cosas aguardo
a la venida del instante eterno,
bajo tu magisterio cauteloso.
Oculto bajo tu sombra está mi rostro,
mesías del agua vigilante
que con su fresco amor calma la sed.
Tú, sombrero, me cubres protegiéndome,
a pesar de la paja de que estás hecho,
coronas mi esperanza de victoria,
y en tu pobreza, me haces inmortal.
MAREAS
Como las mareas, así son los periodos
de placer y dolor. A un día de gozo sin freno
sigue una noche de tormento y nostalgia.
Te levantas y te acuestas diferente,
a veces con pena por lo perdido,
otras por el futuro que ya tocas.
El humor te arrastra de una a otra isla,
y hasta te preguntarás: “¿Soy siempre el mismo?”.
Sí, eres el mismo pero en distinta forma,
eres igual en la diferencia,
por eso eres, y no solo estás.
Por eso, como el mar, tu mente vive.

COSAS QUE OCURREN

Cosas que ocurren,
universo en ti,
cosas que ocurren te hacen ser
y sentir, que es despertar
a lo eterno, a la raíz del tiempo.

Tú no cabes
en un refrán ni en una fórmula,
tú solo cabes en tu nombre.

Nadie ha hecho el mundo.
Tú lo haces con tus manos
cada día que ves al levantarte.

Cosas que ocurren te hacen ser,
te hacen materia indestructible,
enamorada memoria.
SIN AMOR NO HAY MEMORIA

Sin amor no hay memoria,
sin fuego, ¿quién cocinará?,
sin luz, ¿quién podrá ver?.
Si tú no amas no estás vivo;
no morirás, pues no has nacido.
Eres un fantasma hinchado al viento.
Una apariencia sin raíces,
ceniza sin motor ni esperanza.
Pero si amas eres todo
porque todo es amor,
y lo que no es amor del amor viene.
El amor dura sobre la memoria
como el mar sobre las olas.
EL MODELO ANTIGUO

Al viejo coche del emigrante
se le han caído los faros, y la chapa
se le ha vuelto de un gris ceniciento.
El motor se queja cuando arranca,
y los cristales de las ventanas
ni bajan ni suben, permanecen.
En su interior, los asientos,
todavía enseñan con orgullo el cuero
de su tapizado desgarrado.
Pero qué felicidad es para el propietario
exhibir su joya extranjera
brillante como el yelmo de Mambrino,
su joya del trópico remoto
o de la Europa muerta de la guerra.
Y mientras lo pasea
se fuma un habano como una viga
y sonríe con sus dientes de oro,
y como un hidalgo con su espada
con superioridad se pavonea.
Así, en la vida, nadie se siente viejo,
hasta que alguien se lo dice, y entonces,
maldice y calla. Nuestro orgullo
es como el coche del emigrante,
aún destartalado se pregona.

PASIÓN DE SED CIEGA

Me he acostado sediento
de tu cuerpo, mujer,
mujer que eres palabra,
palabra que eres fe,
y con tu ausencia viva
pronto me desperté.
Abrí los ventanales,
al corredor llegué,
y, en pie, frente a los campos
tu nombre grité,
y oí una voz tuya de fuera
y en cada cosa nueva te encontré.
Amada mía, estabas
en el secreto remoto del ver.

DESCANSO Y SERMÓN SONORO
Sauce que lloras en la ribera,
“benditos los que lloran” dije un día
cuando me acosté al borde de tu sombra
y tus ramas cubrieron mi dolor.
He visto el mundo. Dicen que es redondo,
a mí me ha parecido sobrehumano
si cada galaxia es un deseo.
En cambio, sauce, tus hojas refugian
mi alma como hielo derretido,
mi alma donde está escrito mi nombre,
mi alma invisible, como tu fuerza.
Tus lágrimas son hojas que verdean
a la luz antigua que te inunda,
yo estoy contigo hasta el final del tiempo,
en tu sombra vigilante que espera.
CONFESIÓN GOZOSA

Siempre que escribo un poema
oigo a los pájaros cantar.
De lejos, ellos vuelan
alrededor de mi voz,
y me traen el rumor de los bosques
y el frescor del agua del río
hasta la habitación de mi ser.
No sé qué origen
tendrán los pájaros,
si son humanos o divinos,
si son libres o prisioneros,
pero sin ellos no podría
entonar la música del alma,
lo que estando en mí, no lo conozco.
Ellos me dan sonidos,
y yo los entretejo a mi sentido
dándoles materia como ramas
en donde se posan,
viniendo
de donde sopla el viento inextinguible.
Ellos me comunican lo que siento.
OMNIPOTENCIA

El fusil de la muerte es largo,
y su precisión instantánea,
pero yo no lo temo cuando amo.
Porque cuando amo me hago transparente
y me cae de los ojos la venda de la tiniebla,
y estoy, libre, viviendo en cada cosa.
Asesinad los montes y los valles,
las selvas, los desiertos y atolones
si podéis, con el metal de la máquina.
Vivir es ver. Lo demás es ceniza.
Asesinad, si podéis, el paisaje.
En él está la mente del amor,
en él estoy yo, también vosotros.

MONTES ANTIGUOS DE LA DISTANCIA
Montes como sentidos,
vosotros estabais en el horizonte
antes de mi nacimiento,
cuando era una piedra de luz en el sueño.
Montes como sentidos,
vosotros dirigisteis mi canción
y me llevasteis hacia las cumbres de gloria
que son el cortejo ideal de la aurora triunfante.
Tenéis las cumbres gastadas
por la lluvia,
vuestras cinco cumbres
apenas tienen árboles ya, y apenas muestran
lo que son en sus tímidas cimas.
¿Cerráis el paso a mi mirada
o tal vez la proyectáis en lo invisible?
En vuestras laderas
los pueblos del pensamiento se asientan.
Se derraman los bosques hacia el mar,
el corazón universal de las cosas.
LOS ÁRBOLES
En el principio y hasta el fin
estarán ellos alzados, sosteniendo
como columnas, la luz desparramada en formas.
Troncos rectos, coronados de hojas
y hundidos en la memoria del mundo.
Santos tutelares que, inmóviles,
habláis desde el silencio, poseyendo
las tinieblas que transformáis en vida.
Vuestra indiferencia es elocuente
como una bandada de sensaciones
que atraviesan el cristal del aire.
La piedra blanda, el agua,
que da firmeza y anima los sueños,
os ha habitado concediéndoos
altura prodigiosa que levita
sobre el grávido suelo de la muerte.
La existencia por vosotros respira
a través de vuestras hojas como alas
inquietas y danzantes
que hacen volar hasta los huesos del alma
a la resurrección de las nubes
que están sobre vosotros, que os imitan
en las blancas selvas del firmamento,
el molino donde el tiempo transcurre.
ÉPICA DEL ROMANCERO EVANGÉLICO

Huracán de la civilización,
pasarás cuando sobre la noche
te tiendas como un león cansado,
y vuelvas a nacer en aquel niño
que, solo, en el pesebre de la selva
llama a los animales por su nombre
con la lira de su sangre extendida,
y levita sobre el mar como ofrenda.

SÁTIRA DE LA VIRGEN VIOLADA

Y subiste, ambición, hasta la luna
y dejaste tu mácula en su sexo
para decir: “Es mía por derecho”.
¿Con qué la compraste, con metales?
¿La forzaste o la prostituiste?
A la dama inocente de nuestras noches
arrojada al espejo del ser.
Te quedaste, en cambio, por castigo
ciego como al principio,
contando estrellas incontables,
midiendo lo que no tiene medida.
Volviste por donde habías venido,
atrevido navegante,
sin más ley que tu corazón.
IMAGINACIÓN O DIVINIDAD
Desciende a mí, río de sangre y agua,
que da sustancia al hombre.
De sangre, fuego profundo del alma;
de agua, hilo que cose la materia.
Desde lo alto conquistas
el opaco pabellón de la noche
derramándote sobre el límite de las cosas.
Hiciste firmamento del cadáver,
tocando la cuerda y animándola
hasta encender la lámpara del ser,
la luz que dio a la nada figuras
visibles, señales
manifiestas de ti.
Desciende, río, de las alturas libres
a mi sensible sombra
como una escala de emulgente transparencia
que los pies apenas pisan
y comunícame el beso de la vida,
el fruto de la verdad en sucesiva
música de formas.

EL ENAMORADO
Como un lagarto se tiende al calor,
así se tiende mi alma en el silencio,
absorbiendo su oscuridad candente,
la presencia sigilosa del amor.
Cada cosa que veo me sobrevivirá
elevando mi figura al mañana,
destruyendo mi cuerpo para hacerlo
con límites ilimitados.
Me abandono al lento abrazo del tiempo,
en la perseverancia de su música,
y en los campos de luz baño mi frente.
Mi sueño se confunde con el sol.

CONFIDENCIA DEL PECADO HUMANO

Amigo mío, ¿has estado
en el Parlamento del mundo?
¿Has oído las contradicciones
entre la oposición y el gobierno?
Unos para mantenerse
sentados en su seguridad,
se defienden, aprovechando el turno,
mientras disfrutan de sus privilegios.
Son los nobles que visten la toga
y llevan repartido el oro en sus manos.
Frente a ellos, los desfavorecidos,
los rabiosos, los intransigentes,
gritan desde su impotente escaño
acusando a tribuna con violencia.
Cuando la situación es imposible,
cambian de esquina, y reanudan el juego.
Y, por más que transcurren legislaturas,
no caen en la cuenta de que nunca
van a estar conformes, ni en un lado
ni en el otro, porque cada partido
se apropia de una parte de la verdad
y la defiende con irracional furia,
con pasional enojo, como si ella
pudiera existir sin la otra a que va unida.
Cada uno en su bando,
los hombres ignoran
que la conformidad solo es posible
en el bando de todos, en la vida,
y que allí podrán aprender
los unos de los otros, cada uno de cada uno.
¿Qué hay en el parlamento del mundo?
Palabras, nada más que palabras,
palabras, pero una es la Palabra
para el conjunto de los vivientes.
Todos somos propietarios de la Palabra.
La opinión es un error reconocido
durante un tiempo, luego pasa y la razón,
que es el cuerpo que compartimos,
se establece como una raíz
sobre la aparente diversidad.
¿De qué vale construir una columna
si no es para sostener un edificio?
Veamos el entorno, luego actuemos.
Si no, ruinas serán nuestras obras.

EL FALSO HOMBRE
Mira al superhombre informatizado,
héroe con superpoderes,
que puede volar como una máquina,
que puede trepar por una pared,
que puede ver a través de la noche.
Defensor del bienestar,
él construye nuestros apartamentos,
garantiza nuestros salarios y pensiones,
y el sometimiento al imperio de la ley.
Comida rápida
a todos nos asegura, eso y telecomunicaciones
para permanecer entretenidos
mientras el hambre azota al pobre fuera.
Somos como herramientas, eficaces.
Si fallamos, nos jubilan o nos internan.
¡Oh, qué felicidad tener sillones!
¡Oh, qué seguridad vivir en jaulas!
Qué fácil es hacer milagros cuando
engañamos al que no sabe, ilusionistas.
Pero yo no creo en ese hombre,
sino en aquel que se mezcló con todos,
y se partió en miembros para alimento,
y no hizo trucos con naipes trampeados
sino que su milagro fue su amor,
el que lo hizo grande entre los grandes,
de modo que la misma fama es él,
y no él mismo, sino su obra.
Yo creo en el que, dejando lo fácil,
que es contar estrellas y mosquitos,
asume la tarea de ayudar
y de dar aunque poco se tenga.
Porque poco es mucho si lo es todo.
No hay otro heroísmo que la entrega.
EL NAVEGANTE LLEGA

Almirante, tú soñaste la tierra que ahora ves.
De Hesperia, que es cabeza de Europa,
viniste con tres naves y un camino
sobre las aguas inmensurables.
Sentiste hambre y sed, tu voz alzaste
a las estrellas cuando el horizonte
era una línea indefinida.
Desde tu corazón gritaste cuando
la tripulación ya sucumbía.
Gritaste a la mujer de tu deseo,
la virgen que en su seno guardaba
la promesa de la luz futura.
Y ella, blanca como tu confianza,
como tu fe, oscura y blanca nube,
dio a luz en medio del mar,
dio a luz el continente como un niño
reciente, fuente de sabiduría,
con sus secretos de riqueza oculta.
Otra humanidad te saludó
en otra lengua y en otro atuendo,
cubierta de plumas como pájaro
que vuela al sol con todos los colores.
Allí viste el corazón del mundo:
las selvas exuberantes, los cultivos
presagiados por la imaginación,
por el profeta de la voz antigua.
Y llamaste Salvación a aquella patria,
surgida del seno de las aguas,
el nuevo mundo de la primavera
que resucita en la noche la aurora.

SECRETO ENCUENTRO DE AMOR
Sobre mi mente cae la nieve de tu ausencia,
gloria definitiva que te anuncias
tras la ventana donde
la cabeza del paisaje amarillea
como oro desgastado y viejo
del marco del lienzo de la emoción.
Están bailando los manjares sobre la mesa
del encuentro que se aproxima,
llave serpentina que atraviesa
la sombra recta de la cerradura,
neurona que palpita de alegría
cuando tu te acercas a despertarla.
Despacio arde la boca de mi sueño,
delicadamente, con alas de plomo,
y tú, cuando me habitas, cantas
en la timidez de mis armarios,
sospechando la nave de fuerza
que, torrencial, supera el freno
del temor astuto que entre nosotros se esconde
a la explosión instantánea del amor.
Nuestro encuentro, el de tu oriente y mi occidente,
cambia de sitio el mar y las estrellas.
Tendemos las redes de nuestros miembros
uno en el otro, al borde de la sangre,
desposados en el secreto silencio.
Mujer, yo te daré a beber mi amor,
y tú me entregarás tu cuerpo dulce
que es tu corazón y tu materia.
Con la ausencia del mundo he comprado tu presencia.
El aire que respiramos es el mismo,
y nuestro lecho es música desnuda
como grano que se desvanece
en el espacio, y es el tiempo mismo.

ESPEJO DEL DESCUBRIENTO
Santo cuerpo del silencio,
eres mi alma,
un valle donde las liebres saltan
y desde donde, ojo abierto, veo
la repetición de las mareas,
de las mareas del reflujo libre
del sentimiento, el mundo que comparto.
Balón de espuma,
ácaro de niebla,
como un ejército suenan tus trompas
de delfín salvador, que a tierra envía
el mensaje caído en el abismo.
Eres espejo del descubrimiento.
Eres el rostro de la luz que habla.

COMUNIÓN DESPEREZADA
Estoy sentado en la terraza de un figón,
desde donde veo pasar la gente
y oigo sus discordantes pasos.
La guitarra de mi soledad suena.
Allí va el padre y la madre con sus niños
que se enredan en espumas libres
y cabalgan en caballos de azúcar,
golosinas de la infancia que más tarde
se vuelven dogmas en el hombre adulto.
Una mujer cruza como un rayo
la composición de la distancia,
arquitectura que se tambalea
ante la piedra angular rota.
¿Cuál es el sentido del sentido?
Regresemos a la indefinición
del desorden, a la nocturna aurora,
a la cavidad de la incertidumbre.
Clasicismo, es decir, las ruinas,
lo hecho que las aguas desmenuzan.
El cadáver esculpido, el edificio,
con las ventanas de los ojos pobladas
de musgo de destructor olvido.
Pero desde el olvido edifiquemos
imitando el vegetal del ser.
Civilización sea cultura,
y, encima del átomo, la célula,
reine, y encima de la máquina del cuerpo
levite la humanidad del alma.
Partenón: sé hoja, no seas muralla.
Que el esqueleto de la antigüedad
revista carne y sangre: nuestra vida.
Esta terraza desaparezca
y el espectador que soy en mí
se desvanezca en el actuar de todos
como la sal se disuelve en el agua.
Hagamos de la columna un árbol,
y un edificio de la hoja verde.
Comamos juntos a la mesa móvil
de la existencia compartida y plena.
CAMBIO CLIMÁTICO EN EL MUNDO

La casa que habitábamos
tiene en el techo una abertura
por la que caen las gotas de la lluvia
y el viento peligroso del estío.
Nosotros cocinábamos la gula
en su interior, y el humo corrompido
deshizo el techo de paja sutil
que no conocíamos: la vida.
Creíamos saberlo todo
pues cocinábamos los manjares
con nuevas salsas y condimentos,
y hacíamos de nuestra casa
un circo para nuestras pasiones.
Pero ahora sentimos el calor y el frío
en el peso de las estaciones
como una intransigente plaga,
y el clima se vuelve contra nosotros
porque lo deshicieron nuestros fraudes.
Ahora, humillados por el error
recogemos la cizaña del fracaso
y ansiamos los manjares antiguos.
El cielo ya no nos protege.
Entonces, solo queda reparar
el agujero que provocamos
con una nueva vida verdadera
por una nueva hierba de esperanza,
convertida en paja por el trabajo.
Solo nos queda arrepentirnos
bajo el arco del tiempo que se anuncia.
INMERSIONES DE RELAJADO ÉXTASIS

Dejo el traje del mundo en la orilla
y, vestido de fe en lo que no conozco,
tomo la bomba de oxígeno del alma,
y me sumerjo en el mar del amor.
Yo, que creía conocerlo todo,
a tientas recorro los tesoros del mar,
los arrecifes donde no se oyen
los ruidos y los escalofríos del viento del miedo.
En el silencio aislante de las aguas
buceo hasta encontrar los peces vivos
y el tapiz de polícromo coral
que, juntos, son las regiones del deseo.
También el tiburón acecha pero
mi cubierta de goma, mi esperanza,
lo ahuyenta en el agua.
¡Qué alegre la fiesta
incontable de la vida!
Rayas como páginas, morenas
ligeras como plumas, tortugas lentas
y peces multiplicados para el estómago
del pensamiento. Bocas que entonan
en coro la existencia. El amor germina
como una detonación constructiva.
Cuando el oxígeno de mi perseverancia
se agota, salgo a la superficie,
deseando de nuevo sumergirme,
pues no tiene término mi gozo.
SENTIDO ARGUMENTAL DE LA BELLEZA
Las manzanas no son geométricas
y por esa causa son bellas,
porque la belleza, la puerta del amor está
en lo desconocido que se muestra
como una mano que nos acaricia.
EDÉN FESTIVO PARA TI
Palmeras de la novedad,
allá en las islas de nácar remoto
cuyas arenas no he pisado nunca.
Salas del tribunal del tiempo,
por las que ha de pasar nuestra querella.
¿Quién conoce el abismo de la vida
y su fuente transparente que canta?
Solo el que siente, el que abraza el mundo
con los brazos de su mente abiertos,
aquel cuya voluntad es el aire
y cuya morada, el horizonte.
Reúne en tu intimidad a los hombres
y haz con ellos los ojos de Dios.

INVITACIÓN A LA VIDA

Ven, hijo del día, blanco.
Ven, hijo de la noche, negro.
Venid a comer del mismo pan.

El pan lo da la tierra en sus entrañas
cuando se lo pedimos con trabajo.

No hay otro alimento que la unión.
La unión es el destino y la esperanza.

No hay esclavos ni libres.
Todos compartimos la vida
como una sola sangre que por nosotros corre.

Juntémonos desde cada isla,
llamémonos en el tiempo
cantando, no gritando
y haciendo un puente de las aguas.

Venid desde remotas tierras
los que moráis en las selvas salvajes,
los que pescáis el pez en los hielos.

Venid también los de los edificios
de la ciudad ruidosa, los olvidados
vagabundos del progreso, los que en la cárcel
cumplís condena por vuestros delitos.

Venid todos. La mesa está servida,
y si falta solo uno de vosotros
el pan nunca podrá alimentarnos.
EL QUE VIENE
Ese hombre que está en la silla móvil
de la parálisis, y camina lento,
es el héroe que viene a salvarnos.
Ha cargado con la enfermedad
en nombre de los que vivimos.
Todavía no veis su victoria,
porque solo os parece un tormento.
Pero la victoria está con él,
está en su pedregosa escala,
está coronando un monte invisible.
La victoria es su corazón abierto
como la flor para el que ve.
Su sonrisa es el triunfo.
No hay otra alegría ni otro éxito.
Cuando pasa, pasa renovando
el roto regalo de la luz
que da caprichosa apariencia al mundo.
Cuando pasa, pasa curando enfermos,
pasa dándole al pobre la comida,
y al desgraciado devolviéndole el gozo.
En su debilidad está su fuerza,
su medalla brilla más en la noche
del dolor, y escribe su nombre en el tiempo
con la sangre de su entrega, que es su gloria.
MERCADO EN EL DESIERTO

Llegan con sus caravanas
llenas de mercancías,
y pregonan a voz en grito
con megafonía, sus cacharros.
Están en el desierto,
pues del pueblo en paz
los han expulsado cuando querían
apropiarse hasta del lenguaje.
Ponen carteles en cada pared desnuda
y aún quisieran el templo para ellos,
para colgar allí sus mentiras y adorarlas.
Con astucia, intrigan maneras
de apropiarse del aire que respiran
para obtener ganancia con su robo.
Y piensan que con publicidad,
van a cambiar la verdad de color,
y piensan que van a silenciarla
con murallas de cera que se derriten
heridas por el sol. “Es mentira la verdad”
pregonan ladrando,
aguijoneados por las pulgas de su ambición.
“Hagamos a la basura altar”.
Pero su misma basura los infecta
como látigo de su codicia.
“Tecnología, sonajeros,
cachivaches, para entretener al que pasa,
y robarle mientras la cartera”.
Pero mirad la plaga que ahí os llega.
Mirad, necios, el virus que os consume
pudriendo vuestras entrañas. Sois corrupción
y a la corrupción volvéis.
Y por más que inventéis nuevos productos
que son el mismo anuncio, pues no valen
el medio en el que se difunden,
por más que hagáis carteles más grandes
y pantallas poligráficas de arena,
estáis en el desierto, y os ahogáis
en vuestro propio excremento.
Y la verdad ha pasado victoriosa
montada en el asno de la humildad,
y os ha abandonado en un infierno
que no os da ni para comer.

¿QUÉ ES POESÍA?

La Poesía,
el don de la palabra,
no es un adorno aristocrático
ni un deporte artificioso.
Es la voz de la condición humana.
Es el sentir del hombre: su destino.
Al igual que la luz,
ha de brillar en las tinieblas siempre
a pesar de las dificultades.
No ha sido hecha para una habitación,
sino para propagarla en el viento,
en el viento móvil de la vida.
Más que columna de mármol,
la Poesía es árbol milagroso
cuyas raíces sobrepasan la muerte.
No es una pieza de museo
sino una bandera que palpita.
Un hombre puede ser poeta
pero la Poesía somos todos
los que respiramos sobre la tierra.
INTIMIDAD PROTEGIDA
Ciervo sonoro que abrevas en el río,
guárdate del enemigo que dispara
desde la astucia, en los matorrales.
Tú eres invisible, tu piel es atmósfera
unida a la extensión de la mirada.
Los lobos incendiados bajan
a vestirse de sangre.
Ciervo de la inocencia, mira
con los ojos de tu cautela la selva.
Huye hacia las nevadas cumbres
donde caza el águila. Huye
siempre hacia arriba, y recuéstate
en la soledad de la cima,
en la cima donde se escucha el agua.

PORNÓGRAFOS
Violaron a la luna
y la colocaron
sobre la arena del Coliseo
atada a un poste de sangre,
y liberaron a las fieras
de la embriaguez demente.
Alrededor sentaron a los curiosos
que la fotografiaban para hacerla
propaganda de abominación.
Confundieron lo sagrado y lo profano,
lo natural y lo desviado,
y la Locura los cegó con fuego
que los desintegró como ceniza.
La Locura, la bestia,
la prostituta, aniquiló el civilizado imperio
de imágenes que copiaban imágenes,
pornografía de la vista.
Y la pantalla se deshizo
en ruinas alegóricas, en mitos
desgastados por el beso de la hierba.
Las edificaciones, como ruidos discordantes
se disolvieron en el silencio, en la tierra,
que otra vez reinaba, que otra vez nacía.

CANCIÓN INTEMPESTIVA DEL AMOR
Cuando el Amor habla
pulsa las teclas del piano
del alma.

Del alma, la virtud del cuerpo
y su esperanza.
Del alma, cuya música germina
desde la semilla del universo.

Cuando el amor habla,
la realidad se calla.

Su voz baja como un torrente
hasta la última noche del deseo,
y anega las orillas de ceniza
de la corrupción del tiempo.

Es un sueño que al despertar se hace
como el sol, manifiesto.

Cuando el amor habla,
se desvanece el rostro del momento.

CANCIÓN PROVERBIAL DE LA ESPERANZA

Hombre, no llores en la orilla del río.
Tu ceniza puede florecer si lo quieres.
Escucha el sonido de las aguas que corren
hacia el mar sin riberas donde todo se pierde.

Donde todo se pierde y donde todo se gana,
donde surge la luz y de nuevo amanece.
Tu ceniza conserva el fuego todavía
y espera a tu recuerdo vital para encenderse.

Tus lágrimas, absorbidas por la tierra oscura
ascenderán en forma vegetal silente
hacia las alturas de gozo inflamadas
desde la escondida mansión de la muerte.

Ponte el vestido nuevo para la nueva era,
y deja tu máquina de fraude consciente,
en las lejanías del olvido anegado,
y escucha en el viento la gloria que viene.
METÁFORA DEL NAVÍO DE LOS AUSPICIOS
Navío,
por el mar de la vida zarandeado,
máquina del genio divino,
llegarás al puerto de la paz
y ofrecerás allí tus mercancías
extraídas de allende la distancia.
Encontrarás escollos, no lo dudes,
pero ellos harán más noble tu camino
y más glorioso tu transcurso.
No naufragarás entre las olas,
sino que te alzarás en ellas como
un milagro florido
donde liban las mariposas del sueño
que en la realidad se funde,
como el sol en el agua que canta.

HOY
Hoy me he mirado al espejo
y me he visto, me he visto y me he reído.
Porque enfrente de mí estaba lo que parezco
pero no lo que soy ni lo que siento.
Porque enfrente de mí estaba otro
con cabello y barba de nieve, y no el joven
que en mi corazón se vuelve niño.
Siempre se observa viejo uno al mirarse,
porque la apariencia de las cosas muere
y desfallece miserablemente
mientras lo invisible permanece.
La vejez está en las cosas,
no en el que las ve desde la vida
que siente como un fuego inextinguible
crecer en el silencio y perpetuarse.
El ojo que ve desde la distancia
no envejece nunca
porque en la misma distancia se mantiene,
porque, sobre las cosas, su mirada permanece.

PALOMA DE LA PAZ Y LA CULTURA

Paloma de la paz y la cultura
que vuelas alrededor del mundo
anegado por las aguas del conflicto
y no encuentras donde posar tu pie
ni donde descansar ni establecerte.
Paloma de la paz que estás cansada
de volar, de recorrer el aire,
sobre la aldea de los hombres
enfrentados por sus intereses.
Todos te invocan, paloma santa,
te invoca el sabio
y el bueno, pero también el hipócrita
y el que negocia con la humanidad
comprando y vendiendo sus palabras
que son los derechos que nos protegen.
Todos te invocan, pero ¿quién te conoce?
Solo aquel que ha nacido como un niño
de nuevo, y ha caminado
sobre la superficie del diluvio,
y ha trazado un sendero en los mares.
Pero tú volverás a la nave del Derecho
con un brote verde en el pico,
y serás la esperanza del Estado,
de la patria común que los humanos formaremos.
Tú serás la nación de todos.
Haremos con nuestras armas arrinconadas
un nido para ti,
un nido de tolerancia en el amor,
un nido de diálogo y concordia,
donde tú puedas incubar los huevos
del triunfo futuro, que es la unión,
pues unidos, somos personas,
y separados, fieras despiadadas.
Descansa, paloma, en el tiempo que viene
anunciándose como la aurora,
y sube a reinar sobre la tierra
cuando se evaporen las aguas
del odio de los vivientes.
Tú eres el poder y la victoria.
Tú, que portas el cetro de olivo,
eres la política que hacemos
entre todos, eres la democracia
que nos gobierna y nos enseña.
Descansa en nuestras manos, paloma,
cuando el mundo sea solo tuyo.
SOBRE LA CARRETERA
Después que te cansaste del camino,
humano, hiciste la carretera
sobre la piedra tendida
como un río de sombra,
para que tus máquinas viajaran
a la velocidad de la luz.
Allanaste los montes,
superaste
los obstáculos de la naturaleza
y llamaste progreso a tu victoria.
Pero ahora,
ves de nuevo las montañas y los valles
y dices: “Quién diera que volviesen
de nuevo a ser obstáculos”.
Sientes nostalgia de la tierra
de donde saliste y donde aún tienes
las raíces de tu caminar,
y lloras cuando nadie te ve
recordando tu infancia. Vuelve, hombre,
al camino ondulado de la tierra
ahora que ya conoces la línea recta,
y aprende, no de lo que sabes,
sino solo de lo que no conoces.
El mayor ingenio no es edificar,
sino contemplar lo que no entiendes.
Te cansarás de la carretera
y volverás al camino, te lo aseguro.
Volverás a la tierra
como el hijo, después de gastar su herencia,
vuelve al padre.
Primero está el progreso,
después está el regreso.
Volverás a casa
y dejarás el equipaje de tu ciencia
y de tu tecnología a la puerta,
y te acostarás en el silencio.
SALUD DEL CONOCIMIENTO
De la boca
entra y sale la vida
como de una puerta.
Entra en figura de alimento
y sale en espíritu de palabra.
Entra envuelta en apariencia frágil
que la contiene en su recipiente
hueco por dentro;
entra en materia y sale en forma.
Si la materia –el trabajo- no entra
por la puerta del ser, tampoco sale
el ala de la libertad por ella.
La materia –el sentido- entra en la muerte
pero sale volando ilimitada
en el espacio de la luz,
y, permaneciendo en las alturas,
habla en el recinto del aire
como una trompeta persistente.
De la boca
entra y sale la vida
como de una puerta.
ANTROPOLOGÍA

Si la libertad es el hombre,
y el hombre es el principio de la vida,
pues los ríos del mundo hacia él afluyen,
el libre es también el más humano
y el más humano, el más libre.
Y el libre es aquel que menos necesita,
pues sus bienes están consigo,
en su visión, no en lo visible.
El libre no se endeuda con el mundo
dependiendo de servicios superfluos,
y no se refugia en su mansión
sino que se reparte a sus iguales.
Porque el hombre no puede vivir solo,
porque vivir es compartir, es dar,
para recibir la infinitud.
Así que el que pone a los demás
antes que a sí mismo, ese es el libre,
porque no está atado a sus placeres,
y sus necesidades son comunes
y en comunidad se solucionan.
El que es libre, es por fuerza feliz
y solo es feliz aquel que es libre,
el que renuncia
a sí por los demás, para encontrarse en ellos.
CORAZÓN ABIERTO

El universo es mi escuela,
en la que enseño y aprendo.
Aprendo cuando camino,
cuando me detengo enseño.
Y todo el mundo por igual
es mi morada. Siento
a los que me rodean
como a mi mismo cuerpo.
Global es mi corazón,
estanque de sueño, su silencio,
que baja del río encendido
del amor y el sentimiento
hacia ti, que en la orilla bebes;
hacia ti, hermano sediento.
Yo te ofrezco lo que soy,
dame tú mi fundamento
en un oído que escucha,
en una boca que bebe
en mi corazón abierto.

SED DE SUEÑO

Dame a beber el vino azul
de la pureza del aire,
dame a beber el universo
en la copa de tu amor.
Embriágame con el aroma
de tu voz absoluta,
de tu voz que se escucha
cuando cierras la puerta,
en la habitación del recuerdo.
Desde allí, crea el mundo
como una flor sorprendente para mí,
para que pueda tocar la vida
y no solo en la distancia presentirla.
Para que pueda tocar la vida
como un río entre mis manos,
como un río desbordante
de transparentes riquezas
atravesadas por un hilo luminoso de verdad.
Dame a beber el vino azul
y acuéstate, como ciencia, en mi ignorancia,
con tus miembros de música escondida.
EL HOMBRE INFINITO

Escuchad
el tañir de la trompeta,
el dragón eléctrico que cruza
como un trueno el campo de la luz.
Oíd el trote
de la caballería nebulosa
que baja a beber al mar.
Mirad hacia arriba, hacia la cumbre
desnuda de figuras.
Escuchad el himno de la revolución.
Viene, cantando, hacia nosotros
como un viento de fuego,
viene en forma humana
viene en cuerpo de niño
a encendernos el corazón olvidado.
No es una doctrina
ni una opinión,
es el sentir unánime de todos.
Es el amor, es el amor que viene.
Entregadle el poder, el cetro
y la corona, entregadle el mundo
para que de nuevo lo modele
a su semejanza. Dadle el dolor,
dadle la enfermedad, dadle la muerte,
dadle el deseo y la esperanza.
Encended vuestra antorcha en su fuego,
encended vuestro fuego en su antorcha.
Ahí está llegando
el anuncio de los anuncios, el consuelo
que esperábamos. Se está derrumbando la tristeza.
Es veloz como la aurora,
nos llena como agua necesaria.
Venid, venid a ver
al hombre infinito que formamos.

MENSAJE A CUALQUIERA

Construyamos el mundo
cada día, amigos.
La Creación es una fábula
que nos enseña a actuar.
Tenemos que encontrar la fuente
excavando en nosotros.
Democracia, Derecho, Estado,
son términos, no principios.
El principio es la unidad en el amor.
Da lo mismo en dónde viváis
si sentís este canto
que es el idioma del corazón,
basta ya para ser libres.
Si os apartáis del sentimiento
encontraréis el conflicto.
Bomba invertida es el amor,
que en lugar de destruir, construye.
Olvida tus doctrinas, tus prejuicios,
que no son más que ruinas de otra época,
un académico esqueleto de mármol,
y haz en tu vida todo nuevo.
Actualicemos la luz.
Este es el canto de la esperanza.
DESARROLLO INSOSTENIBLE
Veo la vida a través de una gasa.
¡Quién romperla pudiera!
Veo el humo de las teorías
surgiendo de los cigarros encendidos
y no veo oxígeno por ninguna parte.
Por aquí sistemas,
por allá códigos,
por otro lado industria,
opiniones, opiniones y opiniones.
Hay que inventar el aire,
hay que inaugurar el espíritu,
que es la voz del tiempo.
Hay que hablar al primero que uno encuentra
de lo que uno siente.
Hay que romper el hechizo
de la ciencia del bienestar,
de la odisea griega,
para que tu palabra sea la mía,
para que mi palabra sea la tuya,
para que el hombre vuelva al hombre,
para que, en tinieblas, nazca la vida.
Para que nuestras manos se estrechen.

MANO ÍNTIMA

Mano íntima del universo:
tiraste la piedra y te escondiste.
Tiraste la piedra de la Sabiduría,
que es el amor, y escondiste la causa.
Nosotros solo sentimos el roce
de la piedra arrojada en nuestros corazones.
La piedra se vistió de nosotros,
se hizo sensorial a nuestro tacto,
la tocamos y, a veces, la conocimos.
Mano íntima del universo:
tiraste la piedra e hiciste la vida,
tiraste la piedra en la sombra
y despertamos de lo inerte.
Quisimos verte luego pero solo
pudimos sentir tu acto.
Te escondiste, y solo pudimos verte
a través del recuerdo, que es nuestra mente.
AVENTURA DEL SER

Quiero ser espeleólogo
de las cavernas del misterio
donde moran los oscuros murciélagos,
y donde las estalactitas blancas
diseñan los artesonados libres.
Entraré en el Palacio de la Noche
para descubrir la estrella de la luz.
Veré en las paredes las pinturas
simbólicas de los que antes que yo
allí han morado: los animales
de la memoria. No temeré al frío
de las profundidades de la roca.
Entraré en la diversidad del mundo
a ciegas, para encontrar el origen,
un espejo para conocerme.
CINEGÉTICA DEL UNO

Cazando está mi alma,
cazando la palabra.

Me escondo en el bosque de formas
y aseguro el silencio.
Empuño el rifle del amor o la muerte
y me acurruco en la espera.

Ya oigo el paso de la liebre
pisando la hojarasca del sentir.

Ya se acerca, ya se para,
y con sus ojos y oídos
penetra el rumor de mi aliento.

El perro también está quieto,
hasta que yo dé la orden.

La liebre baja la cabeza y pasta.

Entonces apunto y disparo
y la bala de mi meditación
atraviesa su piel con un sonido.

El sonido anuncia la victoria.

Consumada está la esperanza.

El perro del deseo regresa
con la liebre en la boca.

Y la liebre parece muerta,
pero está viva y al toque de mis dedos
salta sobre mí y se desvanece
dejándome enamorado de su instante.

Cazador y pieza son lo mismo,
como amante y amado en el amor,
los contrarios se unen, ¡oh, prodigio!
al término de los tiempos.

Cazando soy cazado.
La palabra se vuelve hombre
y el hombre, palabra,
fundiéndose
en una dimensión dos cuerpos.

Te tengo, palabra,
y tú me tienes
en ti, y los dos en uno hablamos.

Volvemos a la caza, al ejercicio,
huimos y nos perseguimos.

Cazando está mi alma,
cazando la palabra.
EXPERIENCIA SOBRE NADA

Como la araña tejo
meditaciones que retienen
la vibración del aire.
Tu lejano beso me seduce
y escribo tus infinitos nombres
en la memoria que me une a ti,
que eres también los demás.
¿Con quién hablo? No lo sé.
Contigo que estás en mí.
Conmigo que estoy en ti.
Medita, medita, araña del pensamiento,
que ya siento
el movimiento que enamora: la vida.

LA INVENCIÓN DE LA RUEDA

La rueda no fue inventada.
Existía antes que nosotros.
Existía
cuando el universo era plano,
y la masa de la memoria
se concentraba en un punto.
En la potencia, que más tarde fue línea,
envolviéndose en sí misma
como la serpiente, tocando el final con el principio.
La curva sagrada,
que es el misterio, fuente de esperanza,
hizo posible la medida
de las figuras animales, de los números,
que nos indican la distancia que nos separa del ser.
Cada mito es una ventana al origen.
Nosotros vemos el resplandor de las lámparas
a través de cada figura o sentido,
y calculamos la medida de la ausencia.
Pero la rueda, que es la Sabiduría,
está cada vez más cerca de nosotros
cuando vemos el contexto antes que la imagen,
cuando deducimos la forma por el fondo;
cuando descubrimos lo que no tiene nombre
en el nombre propio de las cosas.
AUSENCIA PRESENCIAL

En la ausencia te modelo
amor, en mi interior,
y te doy la forma que yo quiero.
Puedes ser la mujer que hoy he visto,
puedes ser el hijo que tendré,
puedes ser el padre que ya tuve
o la madre que me dio a luz.
Tu materia es estable
pero tu forma
cambia a lo largo de la vida
según cada edad y cada etapa.
Puedes ser también la libertad
o el gobierno, o la religión,
que se suceden en el diario de la historia.
Te veo en la distancia
y en la distancia te toco.
Tal vez seas tú mismo, amor, la distancia.

HACIA EL FUTURO DE SOMBRA

Las hormigas de mis años
¿hacia dónde caminan?
Unas con otras se relevan
proyectando el movimiento de la vida.
Cada una preludia a la siguiente.
Todas llevan el mismo grano de alimento
que es mi corazón y mi esperanza
hacia la cámara escondida del palacio
que es la morada futura
donde se resumirán en la unidad
del ser compartido.
Es necesario que no se detengan,
que las cosas cambien una en otra,
que se repartan el trabajo del camino
hasta llegar al lugar del descanso
donde se detendrán en la sombra.
Y, quién sabe si la sombra no será la luz.
ANUNCIO DE NIEVE

En la cumbre
de la montaña
acostado está el rey.
No lo niegues
si no lo ves.
En la cumbre,
allá a lo lejos
acostado está el rey.
Tiene por trono
la misma vida,
que desciende de él.
Tú la bebes
desde tu aldea
y la conoces bien.
En la cumbre
a donde miras
acostado está el rey.
Él te habla
en la palabra
desde su ley.
En la cumbre,
allá en la cumbre,
el rey te ve.
MAGNITUD NUESTRA

Desde la primera venida del hombre
hasta la última que esperamos en nosotros,
hemos estado fabricando mitos.
Nuestra astucia fue la industria
que llamó al sol mensajero,
y al agua, madre de la vida.
Después, contamos sus partes
para apropiarnos de ellas,
para vestirnos
con las galas de sus recursos.
Y construimos nuestra casa en la ladera
del mundo, cada vez más espaciosa
como si quisiéramos que nuestro hogar fuesen
los brazos del ser que nos rodean.
Pero no pudimos
ocupar más que un rincón del universo
desde donde sentir el desconocido.
Ese es nuestro Dios, lo que nos une,
en la inmensidad que nos separa.

¡VIVE!

Por amor son hechas las cosas,
solo por amor.
Por amor tú caminas,
y respiras por amor.
Sin amor, la vida es muerte
y el mundo es como la nada.
El peso del universo
cabe en un acto de amor.
El amor nadie lo ha visto,
pero ha sentido su beso en las cosas,
su beso que es poder, gloria y alegría,
su beso como una inacabable ola
que te toca con su música
y te despierta de tu sueño.
¿Todavía no conoces a tu padre?
Se llama amor. De tu materia es hecho.
DESCUBRIMIENTO AQUÍ Y AHORA
Poesía: eres el rostro de Dios.
A través de tu canto te muestras
en la plenitud del ser que formamos.
Todos somos Dios,
el que lee
y el que escribe, y el que tapa los oídos
con las manos, porque aún no ha aprendido
a escuchar. Todos somos Dios,
y la poesía es nuestra voz,
y nuestra madre que nos alimenta,
la canción del mundo
inundado de la alegría del amor.
Poesía somos tú y yo.
BUSCÁNDOTE
Te busco en el valle,
te busco en la montaña,
te busco en ciudades
y en encrucijadas.
Te busco en las estaciones
donde el tren de la vida se para.
Y solo en mí te encuentro
a veces, cuando hablas.

Te busco en el progreso,
te busco en las máquinas,
y en los cines desiertos
y en las desiertas plazas.
Y para verte miro
en todas las pantallas,
y solo en mí te encuentro
a veces, cuando hablas.

Y solo en mí te encuentro,
y solo en mí descansas,
y solo en mí apareces
y solo en mí morabas.
Para verte, te escucho
en todas las palabras.
Todas de ti me dicen
que vieron tu mirada,
y solo en mí te encuentro
a veces, cuando hablas.
TUS DONES
Cuando tú recibes
recibes para dar.
Nada es tuyo.
Todo lo has recibido.
El mundo en tu mente,
la luz en tu inteligencia
que es tu corazón,
son regalos del ser.
Y el paisaje de cada día
es el regalo de tu existencia.
No lo ocultes.
Devuélvelo y más recibirás.
Porque recibir
es dar.

DECLARACIÓN DE INTENCIONES
No te engañes.
Yo no escribo para negociar
con recursos humanos,
ni para obtener un premio
que compraría mi voz.
Yo escribo para que tú me escuches
y aprendas de ti,
porque este canto
es como si tú me lo comunicases
al oído sin darte cuenta.
Mi único negocio
es tu crecimiento, que es el mío,
porque los hombres no son más que el Hombre,
y Dios es el Hombre.
Cuando nos separamos
nos degradamos hasta destruirnos,
pero si nos unimos, somos todo,
y todo es el infinito bien que esperamos.
¿No te conformas con el sabor de las cosas?
Buena señal es esa. Pues entonces canta
conmigo y presiente
lo que el amor te está preparando.

HISTORIA UNIVERSAL DE LA VIDA
Cuando yo era niño
y jugaba con los animales de la tierra,
me acerqué un día a un arroyo
que pasaba por el jardín donde jugaba,
y bebí un trago de sus aguas
juntando mis manos blancas.
Sentí un frescor repentino en mi garganta
y un resplandor en mi mente
y me enamoré del arroyo y de sus aguas.
Después crecí, y el jardín
donde jugaba se hizo pequeño.
Entonces anhelé las flores de los prados,
y los combates con la luz del sol.
El arroyo ya no estaba, pero entonces
vi un río que atravesaba el campo
y que pasaba cantando.
Olvidé el arroyo y amé el río
de las rápidas aguas espumosas.
Seguí el cauce del río y notaba
como cada vez se ensanchaba su lecho,
y yo también notaba como cambiaba
la apariencia del mundo, que era yo mismo.
Entonces no conocía las aldeas de los hombres
ni sus leyes que imitan a los vientos.
Pero tuve ocasión de ver
cómo el río atravesaba ciudades,
y me abandoné al placer de vivir
en ellas su fiesta continua:
la simpatía de las tabernas
y el licor que escancian las mujeres.
Pero me cansé, me cansé de aquella vida
de títere. Algo más necesitaba.
Proseguí la canción del río
que humedecía las riberas
y, una mañana, me sentí fatigado
como si las fuerzas me abandonasen
y decayese mi entusiasmo,
y mi barba se decolorase.
Había envejecido sin darme cuenta
como siempre acontece.
Y, triste, me decía: “¿Quién podrá
llegar al final del río
que en el principio era arroyo?”.
Pero mientras esto me decía
todavía no acabara de decirlo-
el mar, la vida sin orillas, ante mí surgió.
Y yo vi lo que nunca viera
y todo lo que verse puede.
La realidad era sueño. Había llegado
de nuevo al primer asombro del arroyo.
APRENDE A APRENDER

No te canses de mirar el agua
de la vida, que es tu naturaleza.
Ella te lo enseñará todo.
La palabra, que es ella, te lo enseñará todo.
Los estudios académicos no son
más que ínfimos apuntes de su ser.
Lo conocerás absolutamente todo.
Te lo repito, ni un átomo
quedará oculto para ti,
ni una partícula de luz.
Pero observa siempre y aunque no entiendas
sigue observando, y no te fíes
de las opiniones de los hombres,
porque ninguna opinión es verdad pura.
La naturaleza, la palabra,
te enseñará cada día que despiertes
y aún durmiendo aprenderás.
Solo necesitas la paciencia
de no cansarte de mirar.
Observando jamás te aburrirás.
La tiniebla será transparente para ti,
y verás los tesoros a través de la noche.

LO QUE NO DEBERÍAS SABER
Solo hay un mensaje
que es el amor.
Solo hay un mensajero
que es la naturaleza.
Solo hay un profeta y un adivino:
tú mismo, si esto sabes.
Hay una noticia, que es la vida,
y todo lo demás son anuncios de muerte.
Los medios de comunicación de masas
deforman la realidad, y te presentan
propaganda en forma de conocimiento
que llaman información, y no es más que basura,
no puedo decirlo de otro modo,
como la hojarasca de los periódicos.
Oráculos falsos que repiten
siempre el mismo argumento: la muerte
de todas las formas en la materia,
el regreso al desconocimiento
que engendra el amor. Actualidad
que mañana será en el fuego ceniza.
Los hipócritas venden sus mentiras
envolviéndolas en información.
Si quieres informarte, sal al campo,
al campo de tu soledad desnuda
y no temas a equivocarte,
porque un fracaso presente
es un acierto futuro.
¿Vas a necesitar a un periodista
y a un echador de cartas que te digan
lo que quieres oír si bien les pagas?
¿Quieres que una revista mande sobre ti,
que eres libre, mostrándote
cómo has de vestir en el verano
y en el invierno?
¿Vas a inciensar a quien te entretenga?
En ti, solo en ti
está la respuesta
de lo que buscas fuera, en la mentira.
Y si no me crees, prueba a comprar
y te sentirás comprado. Usa un producto
y comprueba lo que da de sí.
Por una vez que consumas, tres renegarás.
Echa raíces como el árbol en la vida,
y nadie podrá desplazarte a la muerte.
Yo, antes que ser poeta soy persona,
nacida de un acto de amor. Y tú eres mi hermano,
pues ambos tenemos el mismo padre, el amor,
y la misma madre, la tierra.
Trasciende el velo de la mentira
que es lo externo, para buscar en ti lo interno, la verdad.
ADMIRACIÓN ATÁVICA
Cuántos nombres tienes
oh palabra divina,
cuánta diversidad
tienes, naturaleza.
Cuántas riquezas posees
oh, ser humano.

Las minas de tu ser no tienen fondo.
El oro, la plata, las joyas,
y los recursos energéticos
brotan de ti como de una fuente.

Sí. Eres una fuente de nombres.
¿Quién puede agotar tu identidad?
En la tierra y en el cielo,
en la luz y en la sombra,
y hasta en la muerte, reinas.

Cuando alcancemos tu final
volveremos a nuestro principio.

LAS ISLAS DEL RECUERDO
He llegado hoy a sus volcanes floridos.
He llegado a las islas galápagos,
las islas del recuerdo.

Me saludaron las iguanas negras
expulsando sal por sus hocicos,
y las tortugas gigantes me observaron.
Gritaban de alegría las gaviotas
en los acantilados, y los cactos
me ofrecían su verdosa mano.

Recordé que había estado allí.
Tal vez allí vi por vez primera
la evolución de las especies,
cuando el hombre era niño
y moraba en el pesebre de la noche.

Hoy he recordado y he nacido.

He recordado tu inocencia herida,
tus pájaros resplandecientes, tu aurora.

Hoy he visitado las islas del recuerdo
y soñé que despertaba y comprendía.
SOLO ESO
Si el mundo pasa, no me importa.
La vida es un viaje sin término.
Pero que quede la palabra.

Si los cuerpos se descomponen
desnudándose de su apariencia,
y la belleza se marchita, no me importa.
Pero que quede la palabra.

Si mi canto se agría con el dolor
o con el odio, y si mi voz
ya no suena como el agua, no me importa.
Pero que quede la palabra.

Y si todos los bienes que poseo
en el amor, incluida mi alma,
se perdieran en la noche indefinida,
tampoco me importa.
Pero que quede, que quede la palabra.

Entre todas las cosas yo te amo,
entre todas las cosas te cantara,
con rima o sin rima, con música o sin ella,
y hasta en el desierto te esperara.

Entre todas las cosas yo te escojo
como una rosa desbordada,
y aunque la separación fuera infinita,
infinitamente te buscara.
NASCITURUS

Yo no lloro lo perdido.
Yo canto al porvenir.
Yo canto al niño que va a nacer
mañana, si Dios quiere.
Ese niño será nuestro rey,
y su autoridad nos regirá
con la fortaleza del amor.
No me preguntes
qué día nacerá, mañana,
siempre mañana.
Nosotros con él naceremos.

PARADOJA DEL ARTE

Sin salir salgo
y sin estar estoy
a la vez en todas las cosas.

Cuando niego, afirmo,
y cuando doy, recibo.
No soy, luego soy
en esencia
sobre lo que es en accidente.

No hago, entonces permanezco.

En el no está el sí.

Nada es todo.
Todo es nada.

Al contrario, siempre acertarás.
Búscate en el contrario, en el espejo,
y te hallarás en el centro del mundo.
IDEALISMO REALISTA

Alguna vez he subido
al monte de Dios.
Quisiera subir siempre.
Hay nieve
de pureza en su cima.
Hacia arriba, el camino es difícil.
Hay que vencer la pendiente.
Alguna vez he subido
al monte de Dios
y quise quedarme para siempre.
Arriba
está todo lo que anhelo.
Ni siquiera puedo comprenderlo.
Arriba más libre flota el aire.
Allí quisiera vivir siempre.

PERCEPCIÓN DE LO SUBLIME EN LO REAL

De lejos
me atraes
con tu mirada.
Casi te toco,
casi
toco tu gasa blanca.
Pero cuando me acerco
te vuelves en agua,
en agua que corre sola
en la noche mojada.
Casi estoy, casi te abrazo,
casi eres mi alma.
Te busco por los caminos,
te busco por las cañadas.
Y solo siento de lejos
tu mirada.

ENCARNACIÓN DEL VERBO AMIGO, O LA VOZ

Ven a beber, amigo.
Ven a beber el agua.
Dejemos la ciudad y los ruidos,
las máquinas solitarias.
Ven conmigo, vamos juntos
a las montañas.
Oiremos el canto
de la calandria.
Vamos a beber al fresco
de las arboledas altas.
Nos detendremos
en la hierba clara.
Olvidaremos la noche
y sus estrellas pálidas,
para ver el día que canta.
Pescaremos peces,
cazaremos águilas.
Ven a beber, amigo,
conmigo, el agua.

APARICIÓN EN SOMBRA

En la tierra de los rinocerontes
un viajero soñaba.
Una tierra desnuda y encendida
donde el sol llena el cielo.
Durante su vida pensaba
en cómo viajar a esa tierra,
por barco, por tren o por avión,
a través de qué medio llegaría.
Pero antes de saberlo,
se encontró con la canción secreta
que lo condujo, por el camino de la noche,
hacia la alborada.
Y olvidó la tierra de los rinocerontes
en la que soñaba,
cuando los vio llegar entre la niebla,
invisibles e inmensos, a su espalda.

IMAGEN DORADA DE LUZ

Desde la ventana de mi alma
veo el mundo.
Es un tesoro inagotable
que se disuelve en Dios,
la persona definitiva.
Algunos
solo ven los continentes
y la diversidad de las especies.
Yo veo la unidad del amor
en la palabra que lo sostiene.
Y en él veo también mi rostro
que refleja el tuyo que lo mira.
MATERNIDAD O PIEDAD DE CARNE

Tus manos dan calor,
tus ojos dan luz,
tu cuerpo despierta a otro cuerpo,
tu música hace nacer el aire.
Mujer: eres como el agua
que da la vida.
Desciende a mi abrazo
y recuperaré la inocencia del niño
que reina sobre el universo.
Tu beso es el tiempo inextinguible.
Brota un río de mi frente
hacia tus sinuosas montañas
que se extiende en ti,
regando tus profundos valles.
En ti permanece mi energía
y se proyecta al fondo de la nada,
como una indestructible memoria
que perdura sobre la nocturna muerte.
En ti la realidad empieza.

SIN FINAL, EL FINAL

Buscando siempre
encontrarás el tesoro
en la búsqueda misma.
No te desposes con la forma.
Busca la materia del origen
en el transcurso disfrazada.
Hallarás la escala
veloz del amor, y descansarás
en el lecho insomne del tiempo.
IMPERMEABILIDAD SIN COPIA

Oh flor oscura,
no te cansas de ser bella.
En cada uno de tus pétalos
busco el oculto centro.
Eres el delicado misterio
de los verdes campos de la vida.
Nunca te conoceré
más allá de lo que tú me muestres,
y por eso mismo
habitarás la memoria infinita
en la duración del aire.
EL DEFINITIVO ARGUMENTO

Si no conoces el mundo,
el mundo no te conoce.
Conoce para que te conozcan
y llegarás a formar parte
de la esencia del todo,
el punto absoluto.
El que conoce
nunca termina de conocer,
pues la realidad no tiene término.
Precisamente esa es la puerta
que te abre la vida. Puedes morar en ella,
pero no apropiarte de su imagen,
porque la vida
no tiene imagen,
es a la vez todas las imágenes,
todos los posibles pensamientos.

LA PIEDRA FILOSOFAL

Filósofo harto de impresiones,
empachado de nicotina,
¿buscas la clave de bóveda,
la piedra del final del edificio
para que sea calculada tu muerte?
¿Quieres ser detective del aire?
Yo te daré la incógnita: esa piedra
es la misma locura, aquello
que tu entendimiento no comprende.
Albañil del compás, vuelve a tu infancia,
a olvidarlo todo, a resucitar.
Las matemáticas son un juego
en que los números
simulan tus movimientos y te engañan
a través de sucesivos laberintos.
¿Cuántas veces, doctrinario,
se te han caído los andamios de tu torre,
fabricados por la industria de ignorantes?
La piedra que persigues –la ley y el progreso-
están en el no conocer.
Tu piedra es el vacío.
Niega lo que sabes, para aprender
aquello que no sabes.
TIEMPO

¡Oh vuelo intransigente
de la felicidad! Tú te prorrogas
siempre hacia el mañana.
Vamos muriendo y persiguiéndote,
luz que huyes y te transformas.
Solo somos medida del viaje.
Solo somos tu lejana sombra.

SEGURA SOMBRA DEL PARAÍSO

En las horas de calor del mediodía,
cuando la tierra se enciende y abrasa,
busco la sombra del árbol grande,
aquel cuyas raíces son profundas.
Me acuesto debajo de sus ramas
y dejo pasar la música del tiempo
que silba entre las hojas altas.
Mientras arde en silencio el mundo
acometido por el rigor del clima,
y sus continuos cambios,
mi cuerpo está debajo del árbol.
Nada tengo, espero.
En mi refugio el viento me refresca
y el sosiego llega hasta mis manos.
Por la tierra implacable lentos vagan
aquellos que no conocen el árbol,
como animales fieros,
como dispersos ganados.
Y yo los veo venir desde lejos
y les hago una seña en el verano:
“Dejad las ocupaciones vanas,
venid a la sombra a recostaros”.
EL SUEÑO AMERICANO

Conquistaremos una tierra
cuyas entrañas serán de oro,
y allí colocaremos la cabeza
de la civilización, nuestro imperio.
Todo consiste en sostener el avión
sobre el aire financiero.
“¡Vamos todos a América,
la tierra prometida. Haremos
pozos de petróleo
y altísimos rascacielos!”.
Cuidado con el avión, que no caiga
en el mar del riesgo.
Impongamos seguros. Concedamos préstamos.
Una vivienda en el Edén
para todos aseguremos.
Abraham Lincoln, Abraham Lincoln,
padre de pueblos,
reparte para todos el imperio.
Que a todos nos toque lo mismo,
y al mismo precio.
Si cae el castillo, todos caeremos.
Cuidado, Palinuro,
piloto de altos vuelos;
cuidado, Presidente,
que nos caemos.
Vete más despacio,
que el golpe te despertará del sueño.
A la luna, a la luna.
Solo veo niebla, Whitman.
Entre el capital decapitado,
del dorado becerro,
entre divisas como nubes tempestuosas
de la Bolsa de New York,
¿dónde está el originario azul del cielo?
PROYECTOS VIVOS

Tengo una caja en mi corazón
y en la caja una carta
de hace mucho tiempo escrita
de puño y letra de Dios.
En ella me dice que me quiere,
que me quiere para siempre.
Es mi secreto.
Yo la leo
cuando anochece, antes de acostarme.
La necesito para poder soñar
cuando duermo y estoy solo.
Entonces, en carnaval de figuras,
me acometen los proyectos, las ilusiones.
Todos, como padrinos,
me hablan de la boda deseada
unos con chistes, otros con advertencias.
Mientras tanto, me enamoro
de sus virtudes, hermosísimas mujeres
que me hablan con perfume delicado.
Pero al fin me canso de ellas, como de los proyectos,
y vuelvo a leer la carta.
Ausente, espero a mañana, cuando en persona venga a verme.
Algún día será mañana.
OFICIO Y PROFESIÓN

Apaciento
rebaños de pensamientos.
Soy pastor que canto y siento.
Al pie del collado en llamas
toco la flauta del deseo.
Sin deseo
no hay tiempo.
En las praderas de la tarde
apaciento rebaños de pensamientos.

LLAMADA TÁCTIL
Palabra viva,
tú no eres estatua;
eres el pan que comemos,
que sacia el hambre de esperanza.
Palabra viva,
eres piedra blanda
que, entras, sigilosa, en nuestra casa.
Palabra viva,
del amor enamorada,
entra como un susurro
en la noche blanca,
entra despacio al interior del alma
que es el mundo,
oh luz infinita,
oh palabra láctea.
AMARGA CIRCUNSTANCIA DEL SUFRIR

Medios, medios ,medios,
y el fin, ¿dónde está?
El lecho está vacío,
desnuda la verdad,
en la calle oscura
de la oscura ciudad.
Solo se encuentra el hombre
ante la inmensidad,
que él, dormido, ha creado,
y no comprenderá.
Que despierte algún día,
y entonces sabrá,
y lo que era solo medio
se volverá final.
CONTRA EL DOLOR, EL SENTIMIENTO

El lobo del dolor sobre la hierba
me robó la oveja de la esperanza,
el lobo del dolor de oscuro cuerpo
y de sucia mirada.
Mas de la oveja malherida, muerta,
y ensangrentada,
he de rescatar su corazón todavía,
su corazón de sangre hermana,
y su corazón será una piedra
con la que heriré a los lobos de la montaña.
Y no habrá ya más lobos que me roben
las ovejas de la esperanza.
MODERNIDAD
Entre tanta metamorfosis
de mitos sobre mitos
en el oleaje neutro
del mar del cambio,
yo pongo una isla sólida
donde morar,
yo pongo el espíritu
firme, sobre el agua inestable.
Deteneos, que viene el alba
sobre la plaza del mundo;
reuníos allí, gentes.
Vamos a cantar.
No queremos discursos
ni argumentos, nuevos mitos.
Solo queremos cantar.
Cantar al cielo
que se ve desde el óvalo de la plaza,
desde la metafísica del ojo.
Solo queremos cantar.
DOS PARA UNO EN EL AMOR

Labrad, masculinos deseos,
las femeninas tierras.
Uncid al carro los bueyes
de la sementera.
Fuego soy, tú agua eres.
Tú, libre forma, yo, puntual materia.
Juntos damos la vida,
la vida que empieza.
Tú, cristal de forma,
abrazas mi materia
sumergiendo mi rayo
en tu transparencia.
Y la vida surge
de nuestra mutua entrega.
Tú, mujer que te das.
Yo, hombre que en ti engendra.
Amor y palabra,
ambos somos la esencia.
Tú, sombra que te das.
Yo, luz que en ti engendra.
ASÍ TE AMO

Te amaré infinitamente
como el sol a la hoja verde.
Te amaré también sobre la muerte.
Te amaré para que tú me ames,
lejana y plácida corriente.
Vida que de la nada surges,
también a mí me has despertado
encendiéndome la mente.
La mente que hacia la luz
como la planta, crece.
La mente que un día será fuente.
DESVIACIÓN DEL INSENSATO

En el bosque hay una planta
cuyas hojas son la misma locura.
Los animales no la tocan
para que crezca libre hacia el cielo.
Pero el hombre, en vano inteligente,
para perder la memoria
aspira su aroma hasta que el mundo
se desvanece como un sueño.
Oh, humano, para evitar el sufrimiento,
quieres destruir el mundo que te enseña,
quieres asesinar a tu maestro.
Obtener la locura
en lugar de la alegría, y a ese precio.
Vuelve a la vida, compañero.
No desvíes el cauce del río.
No te destruyas destruyendo el mundo,
aprende del dolor, pues sin algún dolor
el placer no existe.
No busques la planta de la muerte,
no desprecies la vida que te muestra,
por difíciles sendas, el mejor camino
para que llegues a conocerte.
¡ARRIBA!

Brote de la planta del alma,
hacia la luz asciendes
como un camino que es escala
contra la gravedad del accidente.
Hacia arriba, hacia arriba,
por el jardín consciente,
por las tapias del muro
de lo visible, siempre.
Darás allí la flor,
tu flor que estalla de repente
como una detonación de belleza,
como gloria que nace de tu vientre.
Darás allí la flor,
pese a quien pese,
y guste a quien guste,
amor que por el azul se extiende.
Brote de la planta del alma,
brote valiente,
contra todo y sobre todo,
levantas la cabeza hacia el oriente.
ÚNICO CONSEJO

Te doy un único consejo
amigo mío:
jamás desvíes el cauce del río.
Para que el agua
riegue tus campos
labrantíos,
condúcela por segura senda,
por regueros limpios.
Porque si, trampeando la corriente,
desvías el río,
con el tiempo anegará tus campos
y, aunque tarde, llegará el castigo.
Más vale campo seco
que anegado, amigo,
porque aquel puede germinar si se riega
y el otro, nunca será productivo.

CABALLO LIBRE

Deja que la fuente corra.
Deja al caballo del viento
que pazca sobre tu mano
sin bridas ni frenos.
El caballo blanco y libre
del sentimiento.
No lo conviertas en materia
de progreso,
no lo domines, que pazca en los campos.
Déjalo.
El caballo te dará
el frescor de todos los sueños.
Que corra como la fuente.
Que corra libre su cuerpo
durante días y noches
sin término.
Deja al caballo en el prado
suelto.

ARIDEZ DEL ESTÍO

Aquel que vive sin amor,
desarraigado vive de la tierra,
y con el paso del tiempo
su ser, exento, se seca.
Porque el amor es la sangre
que corre por nuestras venas,
la sangre encendida de la vida
la fuente de energía interna.
Sin amor, todo es nada,
absurdo, como vacío de ausencia,
es el cajón del universo,
el hueco de la cabeza.
De qué sirve, sin un sentimiento,
la vasta planicie de la materia;
y si no puedes pensar ni imaginar
de qué vale la creación entera.
No tienes dónde posarte
pájaro de la miseria,
no tienes dónde posarte
si no cantas cuando vuelas.
La muerte te ronda
cuando no amas ni esperas,
y el hambre lentamente te devora
aunque, ciego en tu noche, no la veas.

SOLO MENSAJE

La poesía es la palabra que enseña
a vivir por encima de la muerte.
La poesía es del que escribe y del que escucha,
y nos acerca al amor siempre.
Aprende desde la poesía
a conocerte.
Tu vida no es un hecho variable
tu vida es, ante todo, lo que sientes.
Por el sentir se alcanza la gloria
de la salud permanente.
La salud que es felicidad completa,
la salud que no obedece a corrientes.
Si amas desde la palabra,
todo lo tienes.
INVERSIONES RENTABLES

Es pobre aquel que quiere,
y busca la riqueza en lo externo,
porque la única riqueza que existe
la lleva el hombre dentro.
“El poder está fuera, en las montañas”
asegura el necio,
“vamos a buscar el oro verde
de la esperanza, en el suelo”.
Excava, excava en tu fiebre de ciencia,
busca calaveras de los muertos,
trata de retener la apariencia
y contraerás la rabia de los perros.
En cambio, el que en sí busca,
hallará una alberca de dinero
donde ningún otro puede alcanzarlo,
sin comisiones, y a interés eterno.
Pagará a todos los acreedores
y le sobrará aún ciento de ciento.
Es rico porque su riqueza
de él depende. Es titular del tiempo.

PURA CONTEMPLACIÓN

Arena y mar
en el callado instante,
huellas que se borran en la playa
por la lengua fresca del líquido tiempo.
Camino hacia el fin del día,
oigo
los dedos del mar percutiendo en las rocas
coronadas de musical espuma
en la inmensidad que me interroga.
Nacemos
como un eco de las aguas,
un desconocer que nos educa
hasta que nos parecemos a las cosas.
Como esas piedras gastadas
por el mar que las moldea a su imagen.
El mar, siempre joven, deja la piel antigua
como humedad por la memoria absorbida.
Solo, frente a la realidad, hablo
mientras ladra a lo lejos, el perro.
El mar me contempla sin forma.
VICTORIA
Decirlo todo
es guardar silencio,
un silencio profundo como
una bodega sumergida
que en la reunión de las cosas
teje el manto de la luz.
El crimen de la inteligencia
es querer disfrazarse de materia.
Materia animal, que al fin del tiempo
se vuelve líquida y se pierde.
Si mis versos no son hechos de silencio
nada pueden expresar, no significan.
Solo el silencio es santo,
porque solo el silencio vence al tiempo.
A TI, EL QUE ME OYE DE LEJOS

Cuando toques, hermano,
mi voz con tus dedos,
no te imagines que es gloria,
sino tu perfil desde la distancia.
Acuérdate
solo de que te he amado
cuando no existías,
de que te he amado a mi manera.
Entré en el corazón del hombre
y encontré… encontré una lámpara encendida.
Allá en el fondo, entre las selvas
de la niebla de la duda y la noche
entré en su sueño,
en la conversación perfecta,
en las manos que se estrechan una a una,
en los continentes que se besan,
en el calor de la presencia.
Entré en el hombre y vi la vida,
y olvidé para siempre la muerte.
Cuando toques, hermano,
mi voz con tus dedos,
acuérdate de que te sigo amando.
CONCIERTO SIN MÚSICA
Tu nombre
es mi alegría,
tu nombre es toda mi persona,
tu nombre es la tecla del mundo
que cabe en este poema.
Y si tú fueses solo tu nombre,
mi corazón y mi verdad,
yo haría oxígeno de ti,
y te respiraría para siempre.
Tu nombre desnudo es el cuerpo
que acaricia mi memoria,
el cuerpo deseado en la noche,
en la que a tu lado me disuelvo.

LA SAGRADA FAMILIA EN EL JARDÍN ARDIENTE

Todos llevamos una familia dentro,
una fotografía que nos muestra
al padre, a la madre y al hijo
sobre el jardín ardiente de la tierra.
El padre es el profundo misterio,
el hijo es toda la naturaleza,
y la madre, su causa vigilante,
como el agua, brota de las peñas.
Cuando, en el silencio de tu casa,
del sueño de la noche despiertas,
tomas la fotografía
de tu familia, y la contemplas.
¿Quién se abstiene del recuerdo?
Buscamos la unidad perpetua
que esclarecerá nuestros temores
en el jardín de la conciencia,
donde arden las flores en medio
de un estanque de niebla.
Tres actúan como uno,
las matemáticas yerran,
agua, tierra y aire
se combinan y se acercan
en el fuego de luz que los contiene.
Solo, por medio del amor, se resuelve el problema.

A LA MUJER-PALABRA

No hay fruto tan rojo como tus labios,
no hay canción más suave que tu voz,
no hay lámparas que ardan como tus ojos,
no hay amor como el que te tengo yo.
Eres como la primavera,
destilas perfumes de pasión,
por donde pasas, enciendes la vida,
en donde no estás, hay desolación.
Tu cuerpo es un milagro que se yergue
en el sueño del mundo como un don.
Tú misma haces volar el alma
como un pájaro en flor.
Eres la forma que contiene
el universo en su esplendor.
En ti quisiera yo esconderme
como la luz se esconde en el sol.

HERIDA O REALIDAD

Al que busca los fantasmas
de las fantasías y los sueños,
le diré que el milagro más remoto
es el mundo que ve el pensamiento.
Y no hay nada más real que una herida
que se siente, incomprensible, dentro,
más allá de la ciencia, y es placentera
en su dolor imperecedero.
El que está enamorado, también goza
en su propio sufrimiento,
y aunque le dieras la virtud del mundo
como anillo ceñido a su dedo,
sería aumentar la ausencia si no tiene
al amado reclinado en su pecho.
La herida de amor solo se cura
con el completo encuentro,
y todo lo demás es escenario,
o una tramoya con que juega el tiempo.
ABSURDO CÁLCULO

Voy a escribir un poema matemático:
uno y uno son dos;
si no hay otro solo hay uno,
si no hay uno, hay un error.
Muchos se pasan la vida
cantando esta canción,
encabalgando cifras,
midiendo su dolor,
y mientras tanto, el agua,
con su cristal reidor
sin medida discurre
hacia el mar del amor.
¿Cuánto mide este poema?
Toma la regla, agrimensor,
ponla recta en la mesa,
coge tu compás, masón.
Pero date prisa, antes
que dilate el corazón
este verso, espabila,
ya flaquea tu intención.
Calcula mi sombra. ¿Me burlo?
No es eso, rimador.
Es que no logro comprender
por qué uno y uno son dos.
ALEGORÍA SOBRE ERASMO, GARGANTÚA Y EL QUIJOTE

Aprende con un loco lo que es la cordura.
Es más difícil conducir a un loco,
que detener desde la vía un tren en marcha.
El loco tiene razones
que tú no comprendes y por ello
no puedes con él comunicarte.
El loco podría ser tu padre,
pero nunca te comprendería
por más que te amara intensamente.
El loco es una apariencia de hombre,
como el Caballero de la Triste Figura,
que por milagro se sostiene.
Su inteligencia, que es su vida humana,
está ausente de su cuerpo,
y solo el animal subsiste en él.
El loco es un muerto que vive,
y un vivo que está muerto.

INSPIRACIONES

Los tigres se acuestan en mi mano,
los tigres se acuestan.
Están marcados con la noche,
están marcados y esperan
entre los matorrales rumorosos
del pensamiento,
tendidos en la hierba.
Sus afilados colmillos se ocultan,
sus músculos se tensan,
y saltan sobre la presa dormida,
saltan en medio de la presa.
Los tigres son divinos en la aurora
de mi mano, en el sueño que tiembla,
los tigres son divinos y se esconden
en la profundidad de las ideas,
y cuando dan el salto, con sus garras
capturan mi destreza
como un resplandor inspirado,
como una instantánea huella
que se abre en el silencio vigilante,
y, luego, desaparece en la niebla.
DESTINO ENCUBIERTO

Millones de años
como granos de arena
en la playa del universo.
Cada grano es un misterio.
Galaxias
como esperma divino
en la noche acuática del cosmos
más allá del cielo.
El asombro se vuelve perpetuo.
Y esto solo es la máscara
de lo venidero,
el niño que nacerá entre nosotros
y explicará todos los misterios.

HUMILDAD CORONADA

En el núcleo
allá en el núcleo del hombre
hay una radiación indestructible.
En el núcleo grita la energía
que cambia las cosas y las rige.
Pero el núcleo está cerrado
a aquel que su dominio exige
tratando de pulsar el botón
divino que, solo oculto, existe.
Faetón explosivo del aire,
hombre de ti mismo esclavo,
en vano libre,
¿quieres controlar los caballos
de la velocidad imposible?
Hallarás solo la muerte
si en humildad no vives.
Hallarás la vida, sin embargo,
si con sencillez clara te diriges.

LUMEN GENTIUM

Más allá de la figura,
luz oscura
que contiene el mundo en su curvatura.
Luz oscura que se desvanece
desapareciendo para encender las cosas.
Canto mío,
desvanécete también
y hazte luz para abrazar a los hombres
de los continentes y del mar,
y de las islas en el espacio perdidas.
Transfigura los límites
en una noche láctea y esplendorosa
que supere en plenitud al día.
Yo no estoy en mí, estoy en todos
los que no conozco, y atravieso
uno a uno los muros que nos separan.
Mi sangre, como la del héroe,
ya no corre por mis venas
sino que se derrama en las tuyas.
Destruye al diablo, que es el miedo,
y despliega tus manos como alas,
hermano mío de lejos
y conmigo canta, canta, canta.

MEDICINA

Los pescadores del mar,
condenados a esparcir sus redes
como una cabellera cada día
en las olas vestidas de espuma,
los ingenieros de la información
que desde sus pantallas ven el mundo,
fueron los primeros que recibieron
un fármaco para el dolor.
Una serpiente de escamas de bronce
les mordió en la herida que antaño
les había infligido otra serpiente.
Sintieron que la sangre
llegaba a su corazón, y predicaron
en todas las lenguas a los hombres
curando los enfermos del pasado
que morían sin ningún remedio.
El amor es enfermedad y medicina,
ira y cariño, muerte y vida;
en ausencia mata,
en presencia otorga la salud.
Todos los enfermos buscaban a los médicos,
los antiguos pescadores, y los llamaban
enviados del reino de la luz.
Como la luz eran ellos,
esclarecían
la tenebrosidad de cada casa,
mejorando cada situación.
El veneno
se convirtió en medicamento,
y los pescadores dejaron las redes
de los engaños mitológicos de la ciencia
para, a través de la palabra predicada
inyectar la salud en la materia,
que es la frágil carne de los hombres.
La salud se hizo pan para todos,
y la serpiente que repta y se esconde,
se endureció en báculo sagrado
donde se apoyan los que están enfermos,
los afligidos de este mundo, que estarán sanos
en el otro, soñado, que esperamos.
PATRIA

Preguntarán los que me oigan,
¿cuál es tu patria?
¿cuál es tu nacionalidad,
cuál tu estado?
Yo les diré cantando:
mi patria es la tierra y los mares
y el espacio sideral donde haya un hombre.
Mi cuerpo, un punto de sombra,
una semilla humilde que cayó en tierra
tuvo su infancia en España,
y en Galicia, umbrosa de árboles,
dio sus primeros pasos.
Pero mi voz no se ciñó a frontera,
sino que, alma libre como el rocío,
visitó todos los paisajes
y, uniéndose a los vates de antaño,
recorrió los campos aún sin nombre
de los remotos páramos y oteros
de los cabos y los atolones.
La diversidad de los gestos humanos
pertenecen a un mismo rostro divino.
Yo vi ese rostro, ese escudo radiante,
ese foco de rayos de oro,
y olvidé mi breve sombra,
la diferencia
que de mis hermanos me separa.
Por eso con mis manos
y con las tuyas
derribé el muro y el edificio
que no nos dejaba vernos las caras.
Acusé a la civilización
de sepultar en tiniebla a la cultura.
Y pues a una patria única pertenecemos,
abramos ventanas en la noche
y estrechémonos las manos victoriosas
de cuya propiedad es el futuro.
Somos habitantes de la aurora.
PEZ DE LA MEMORIA

Salta el pez del fondo
sobre el agua de plata.
Salta el pez de la memoria
sobre el agua.
En el río sonoro de la tarde
el pez salta y salta.
Atraviesa la red oscura
de la tenue palabra,
atraviesa la red sesgada.
El pez está latiendo en tus ojos,
mujer callada,
el pez está latiendo en tu mirada.
LA TARDE

La tarde está tranquila.
En el árbol bate el viento.
En el árbol,
en el árbol
altivo del pensamiento.
En el árbol altanero
donde se detiene el tiempo,
como sonido sin forma,
como invisible cuervo.
Esta tarde es nuestra tarde,
cuando ya se ha ido el invierno
ruinoso, que es el frío,
que atraviesa todos los huesos,
que es el frío que seca el alma,
el frío del miedo.
La tarde está tranquila
como un sueño.
SENCILLA HORA

Pastor soy,
de mi majada vengo,
conduciendo el rebaño al pasto
del verde verdadero.
No quiero escuchar los yunques
de las ciudades, ni sus ruidos muertos,
ni sus espectáculos de fieras
en los coliseos.
Quiero tocar la cítara encantada
y detener el tiempo.
No investigo los oscuros antros
donde el metal en vetas dispuesto
de la ciencia, seduce al malvado
que quisiera destruir el universo.
Lejos, lejos el cíclope informativo
con su cámara como ojo ciego,
yo estoy en todas las cosas
desde mi remoto ministerio.
Yo siento la flor en mi aliento.
Yo tengo, sobre todo, alma;
otros solo tienen cuerpo.
Música que en fuego se transforma,
en música me vuelvo.
BAJELES EN RUTA

Caí desde lo más alto,
caí para ascender.
Quien al presente muere,
al futuro ha de nacer.
En estas peñas grises
del sentir me esconderé.
Allí, donde no me vean,
todo lo he de ver.
No importa que el musgo cubra
lo que una vez fue
relámpago de oro,
ojiva del comprender.
Las naos van por el mar
a arribar y a nacer
en una tierra nueva
que mana leche y miel.
Yo viajo por el sueño
de sal, oleaje y fe,
hacia la vida que descubre
la sílaba de su pie.
Ya oigo una nueva lengua
en las bahías del ser.
GRACIA DIVINA

He de reír espaciosamente,
reír como Gargantúa,
sin importarme la gente,
con una risa-ganzúa
que abra la puerta de enfrente,
tocando el alma con la púa.
Y he de entrar, como un valiente
en la alcoba donde Dios se insinúa.
DEL VIENTRE O VOLUNTAD DEL SER

De tu vientre nació el ave
de plumas de nieve
que alumbró la materia,
de tu vientre.
De tu vientre que es conciencia,
de tu vientre que da forma y siente,
nació la esperanza,
de tu vientre.
De tu vientre ha nacido la vida,
nuestra vida, espada celeste.
De tu vientre nació el beso de la aurora,
de tu vientre.
Somos hijos de tu vaso,
somos hijos de tu vaso transparente.
Hemos nacido, todos hemos nacido
de tu vientre.
ODA A HELENA

Lid de dorados cabellos
se derraman por tu espalda,
anuncio divino,
mujer soñada.
Es cristal fino tu cuerpo,
coral tus palabras.
Tus ojos vuelan
como remotas águilas,
y desprendiendo música,
tus caderas hablan.
Mis manos te persiguen,
laurel de todas las batallas.
En mi amor adquieres sentido.
Sin mí, no significas nada.
RELOJERO DEL ALMA

Relojero del alma,
relojero.
En tu taller arrinconado
medito y espero.
Repara los engranajes de la vida,
para que cuenten tu tiempo,
con aguja de bendición,
con suave acento.
Da cuerda al reloj de oro
que en el principio fue bueno,
al mundo que es la huella
rosada de tu dedo.
Este reloj detenido
que antaño fue de mi abuelo,
el antepasado mudo
poblado de nevado cabello,
no sabe caminar sin ti,
no existe sin su ser pleno.
Está a la muerte amarrado
en un mecánico juego.
Entrégale tu inteligencia
como un verídico sueño
para que cante y cuente
la historia del movimiento,
para que sea la caja
de tu sonido eterno.
EN QUÉ CREO

No creo en la esvástica móvil,
en el engranaje ni en la rueda.
No creo en el progreso que devora,
sino en la cruz que espera.
Creo en la cruz, en esa cruz
de la realidad primera,
previa al nacimiento
de toda idea.
A la cruz donde se encuentran
tu materia y mi materia,
que es alma como aire,
liviana fuerza.
Creo en la cruz donde el hombre
medita y piensa.
Creo en una señal de vida encendida
en la extensión de la ceniza muerta.
DESPOSORIO DEL ALMA

¿Quién diseñó el silencio,
las montañas y la tierra?
Para ti, alma blanca,
soberana princesa,
fue hecho el mundo como un banquete,
como un desposorio a tu belleza.
Intercambiaste anillos,
madre de la primavera,
en medio de la perspectiva
que prolonga tu esencia.
Engrandecida estás en todo,
etérea providencia.
Vestida como novia,
en el altar de la palabra rezas,
góndola florida de encantos,
paloma despierta.
Tu voz canta. ¿Oyes el pájaro
de tu conciencia?
Estás radiante,
en pie, coronando la materia.
TRAMPANTOJO

Trampantojo es tu ventana,
niña, cuando te miro,
desde el perfume quieto
de mi balcón florido.
¿Eres ilusión o forma?
Si no estás, de pie, en tu sitio,
ocupas mi pensamiento
y en mi mente vas conmigo.
Quisiera romper el encanto
de tus ojos siempre esquivos,
vergonzosos a la luz,
de los amaneceres tibios.
Trampantojo es tu ventana,
pero ya lo busco y la sigo,
pintándola en mi memoria,
esculpiéndola en mi sino.
Seas vana apariencia
o seguro precipicio,
hacia ti van mis amores,
a tu cuerpo como un libro,
donde leo mi existencia
en caracteres de signos.
Yo tengo fe en tu belleza
y aunque fueras martirio,
siempre, frente a tu ventana
escucharías mi silbo.
Niña de mis amores,
resplandor encendido,
lámpara de aroma,
música en mi oído.
Aún viejo y cansado, errante,
solitario peregrino,
he de llamar a tu puerta,
he de verte en mi destino
como una chispa fugaz
encendiendo mi espíritu.

PASEO JUNTOS

Haré la tarde que estás pensando
como un lienzo limpio,
sin más color que tus ojos,
dama del tiempo.
Pondré a tender mis proyectos
gastados por la vida,
en un poste de melancolía.
Oiré ladrar al perro
de mi corazón ronco, no cansado,
en las orillas de tu vestido.
Beberé una copa
de recuerdos clásicos y antiguos
en la terraza del arte.
Te llamaré espejo
de mi sueño, figura de mi pensamiento,
engaste de mi ser.
Y saldré a pasear contigo
por los campos llagados de rosales
de mi esperanza pálida.
Oh palabra, siempre contigo.

DESHABITADO RECUERDO

En el bosque,
en el bosque infinito,
hay un caserón vacío.
Sus puertas y ventanas
mordidas por el frío
se ven desde lejos, desgastadas
desde la verde bóveda de los pinos.
Una familia moró un día
en sus cámaras y recintos,
y más tarde fue la cueva
de ladrones y asesinos.
Hoy está desnudo por dentro,
y su mobiliario antiguo,
es un esqueleto que habla
del tiempo que ha huido.
Se va hundiendo en las branquias
del olvido, hilo a hilo,
en medio del bosque verde
el caserón vacío.
GUITARRA DE LOS CAMINOS

Cuando la alegre y triste guitarra
del viajero suena,
se oye un cantar agudo
que llena el alma de pena.
Pero esa pena es bendita,
porque es canción que recuerda
en el camino de la vida remoto
una amorosa presencia.
Las cuerdas del sentimiento
balbucen en la caja de madera,
y en mitad de la encrucijada
aparece la sombra de una puerta.
Se calma el viento,
la tierra sueña,
y el viajero que camina solo,
parece que despierta.
A lo lejos, el perro viejo de la infancia,
que nunca del todo se arredra,
ladra ronco en la distancia,
levantando el rabo y las orejas.
Es la hora del silencio.
No se oye la canción, sino su ausencia,
y el padre de las alturas, el sol,
se arrodilla, como un don, en la ladera.
NUNCA SOLO

Nunca, sobre la tierra, estoy solo,
pues vaya donde vaya,
en los senderos más abruptos
tú me acompañas.
Mi vida, río lento y espumoso,
en tu mano se devana.
Yo te soñaré en mi camino,
hasta verte en mi senda realizada.
En tu límpido cuello,
se sostienen las montañas.
Todas las cosas tú creaste,
y en todas las cosas eres creada.
Las mil lenguas de la materia
de ti me hablan.
Ansiosa estás de infinito,
fuente que de la mente manas.

REALIDAD SIN AGUA

El mundo sin ti, arena seca
que mis pies pisan,
arena seca sin agua.
La realidad, fotografía vieja
que amarillea de nostalgia.
Sin ti, está muerta la vida.
Las cosas pasan erizadas.
Las cosas pasan, van cayendo.
Las cosas simplemente pasan.
Hojas y hojas en el suelo,
generaciones que el griego vio en la noche,
en la batalla silenciosamente
silenciadas.
¿Qué queda sin ti, de ellas?
¿Sin ti, no se mezclan con la nada?
¡Ay de ti, humano,
si no duras más que un soplo de viento;
ay de ti si no sabes nacer, si no te despojas
de la armadura oxidada!
Amas el espejo en que te miras,
y a tu mismo no te amas.
¿Qué es el cuerpo sin el alma, dime,
la letra sin el significado,
la realidad sin agua?

EXPOSICIÓN, EXPRESIÓN

Desnúdate en el aire
belleza perfumada.
Que todos vean tu forma libre
sucediéndose en el ciclo de las sombras.
Hazte carne reluciente
en el vacío lecho de lo real.
Hazte sangre en nuestras venas,
pan en nuestra boca,
hazte fuego deslumbrante,
sensible llama, canto
que desvanecido encanta.
CENA COMPARTIDA

La palabra es pan.
Ven a probar
su significado.
Aliméntate y vive.
Sé memoria.
AHÍ

Ahí está la mujer,
graciosa como la sonrisa.
Haz el favor de amarla,
porque es la gloria de la palabra
que nos levanta de la muerte.
Es solo un resplandor,
la mujer es solo un resplandor,
pero es la estrella que anuncia
a la divinidad.
Deja en ella tu esperanza
y camina en paz.
ESPERA DULCE

A esperar, amigo,
a esperar trabajando.
Toma el arado y siembra.
Que no te encuentre la aurora rezagado.
Porque no es esperar bien,
esperar sentado.
No desespera el que bien espera;
y el que no, para él
todo camino es largo.
Trabaja mientras disfrutas,
disfruta trabajando,
porque poco lo es todo,
porque todo es un átomo.
Porque la vida es
dulce espera del milagro.

SINTAXIS ÍNTIMA

Palabras que salen del alma,
palabras del corazón.
Antes que de castigo,
palabras de perdón.
Palabras que en la Palabra
tienen su nación.
En lo escondido del polvo
mantienen y dan calor.
En el universo del hombre,
un verso libertador.
El Dios de nuestros padres, el Padre,
añorado Creador,
que nace cada día en las cosas
y eleva hasta el cielo el sol.
Yo contigo y tú conmigo,
eternidad del Amor.

APOTEOSIS DEL YO, QUE ES EL TÚ EN MÍ
Me levantarás, Palabra,
hasta las estrellas,
y pondrás el vino de mi voz
sobre la augusta mesa
de las formas y los colores.
Tuya será mi empresa.
Saciarás el hambre de mi estómago
con el Significado que me ofrezcas.
Seré tu tesoro que respira,
aliento de tu infinita fuerza.
Por encima de todo,
me darás la tierra.
Me darás la materia peregrina
que hacia tu centro gravita y pesa.
Solo en ti
la alegría empieza.
Por encima de todo tú me sueñas.
HOSPEDAJE ESTABLE

Vivir mejor, nacer de nuevo
al día estable, a la mesa puesta
por tu Señor, el corazón de sangre
que es una lámpara de alegría en ti.
Siéntate sobre el mundo
y pon el perro de tu sueño a los pies,
y aliméntate de la carne del tiempo
por todos los días de tu vida.
Aprenderás
a despreciar la medida de la ciencia,
y lo que no sabes te dará el triunfo
de los frutos del huerto del trabajo,
que serán tantos como tus deseos.
Poco se hace el mundo para el hombre,
y tras la metáfora de lo visible,
busca la invisible realidad.
Por la bella parte deducimos el todo.
Esta gota incansable
en el mar de tu verdad se hará divina.
A TI

Deja de mirar para la muerte
en el dinero que cada día cuentas.
Deja el sueño americano del Dorado,
no te nazcan, como a Nerón y a Midas,
orejas de asno.
La riqueza solo está en lo que sientes,
que es tu vida, tu verdad, tu camino,
el Dios en el que te convertirás.
El polvo vuelve al polvo,
si tú no amas,
en nada te diferencias de la tierra
que, al fin, no hay tumba que no oculte en la nada.
El mundo ha sido hecho para que tú te salves,
para que nazcas sucesivamente
sin interrupción corruptora.
No eres tú para el mundo,
sino el mundo para ti.
Pide siempre el pan de la palabra,
pues sin él no puedes ser persona.
No te entretengas acumulando tierra
para elevar tu túmulo y morir.
No mueras, ¡no!, vivé más allá de las cosas.
Levántate y anda.

ENTUSIASMO

Caminé por el borde de la playa
mirando el mar despierto y vigilante
que me hablaba con mis propias palabras,
como si mi pobre esperanza
se viese agrandada por su abrazo antiguo,
y me dijo tantas cosas que no recuerdo ninguna,
pero sí lo que sentí,
como si mi cuerpo se abriese como una flor
que, ardiendo, diese luz al mundo.
Y yo decía: “que este instante sea mi vida
porque más no deseo, ni puedo aguardar”.
Y la arena, bailando entre mis dedos,
acariciaba el secreto más íntimo de mí,
esa joya que no labré y que desconozco,
esa alegría que son los demás,
aquellos que me rodean y con los que a veces
mi voz se tropieza
como por casual monotonía.
Entonces, estando solo, escuché los corazones
y los deseos de quienes me rodeaban,
como una llama recorriéndome
y deslizándose, a medida que el viento me golpeaba,
desde la externa y remota claridad del día,
y no puedo decir, porque no sé
la causa de encontrarme solo en todos,
plenamente libre y aniquilada
mi presencia visible en su silencio,
que me comprendía desde su distancia.
El mar, que veía, era solo una imagen
de lo que era ahora, un ritmo naciente
que prolongaba hasta el fin de la vida.
Y yo, solo en todos, fui plena verdad.
SEGUNDA PARTE. POEMAS DEL ARCO Y LA FLECHA
ROMANCE DEL NIÑO AMOR
I

El amor es niño.
En el jardín del tiempo
dispara con sus armas: el arco y la flecha.
El mundo es un lienzo detenido
donde anida la paloma de la Belleza.
En el jardín donde las orquídeas
crecen con las azucenas,
bajo las aguas y sobre las aguas,
las criaturas del Sumo Poeta
caminan transformándose
de la niebla a la niebla.
Reclinados por parejas
los elementos se enredan,
copiando en su estructura
a la primera célula
hecha de tres motivos:
memoria, sonido y fuerza.
El amor es niño y dispara
al azar, y crea.
Cubiertos están sus ojos racionales
con una negra venda.
Se elevan los árboles.
El lenguaje empieza,
y el mármol de la vida
se vuelve carne que sueña.
Apolo persigue a Dafne;
busca forma la materia.
El niño está en el pesebre
de la naturaleza
balbuciendo la canción del principio
con las manos abiertas.
El Pontífice del día
abre su boca inmensa
y su palabra luminosa hace posible
la variedad sin fin de la apariencia.
Pero en una casa invisible
el amor se refugia y, riendo, juega
disparando dardos repentinos
a las cosas que huyendo dormidas, despiertan
sin saber cómo y, enamoradas,
no comprenden lo que anhelan.
El concierto caprichoso
de la refinada primavera,
no hay nada que lo anule,
no hay fuerza que lo detenga.
No queda más que escuchar.
El romance de amor ya suena:
II
Allá, en la oscura montaña
donde se alza la floresta,
donde los pájaros cantan,
donde los violines suenan,
hay una fuente que mana
cristalina de una peña.
En ella beben los ciervos
y los lobos de la selva.
Unos la llaman Origen,
otros, Causa Primera,
todos la conocen pero no todos
suben a beber de ella.
En sus alrededor es verde
el color de la ladera.
Yo he visto a los asesinos
bañarse en su plata quieta
y quedar limpios de crimen
cual sábanas que se estrenan.
La fuente tiene tantos cabellos
como historias y leyendas,
y si yo tuviera mil años,
y si yo tuviera mil lenguas,
no podría referir
de ella ni una milésima,
porque son tantas sus formas
como posibles respuestas.
Solo diré que es la fuente
un parto constante de ideas,
y son tantos sus frutos
como su fecunda fuerza.
Una imagen por segundo
arroja su raíz serena,
y cuando esa has atrapado
otras mil se derraman en hileras
gritando como libres nombres
enredados en juiciosas trenzas.
Si existe algo imposible,
es helar su cambiante esencia,
apropiarse de su forma
que no cabe en apariencia.
A la fuente has de volver
si precisas agua nueva,
pues ningún recipiente
que pueda fabricar la ciencia
puede retener el agua
que por hendiduras se cuela;
y has de ascender al monte
del esfuerzo para beberla,
sin distraerte en los bosques
y en sus enseñanzas diversas.
¿Tienes sed ya?
Ven a beber
en el origen del tiempo,
en la soñada promesa.

III

Al pie de la fuente estaba
(atención, la historia empieza)
el Asombro, gigante mudo;
el cíclope, animal que espera
tendido como un fantasma,
tendido sobre la hierba.
Sus fauces eran galaxias
que estallan en mil estrellas;
repartido está su cuerpo
en la mirada completa.
Lo primero que se ve
en su compleja melena,
de moléculas unidas
que al que mira desconciertan;
sus miembros negros, velludos,
impenetrables a la ciencia,
su único ojo en la frente,
única razón que gobierna.
Cuantos lo ven lo temen.
¿Quién, al verlo, no temiera?
Junto a él fuera ridícula
hasta la misma grandeza.
Cuando rugía, sonaba
un océano de piedra;
si se movía en la noche,
rompía en luz la tiniebla.
“Temed, temed al gigante”
decían las cosas viejas,
que saben mucho, escondidas,
en antiguas madrigueras.
Y todo aquel que vivía
-hablo en pasado, pues es leyenda-
temblaba cuando el gigante
dejaba sentir su presencia
en los días devanados,
su infinita corpulencia.
Llamaban Ser al coloso
los que moran en la ribera
del río de la vida que nace
de la fuente de la peña.
El que existía, en él existía
-todo en él dependencia era-
y aquel que en él no moraba,
suspenso estaba en la inercia.
Por eso todos lo temían.
¡Ay del que no lo temiera!

IV

Pero este tirano infinito,
pero esta pintada pantera,
que es la A del alfabeto
por la que el sonido empieza,
también era débil en algo,
y entre tanta fortaleza
no podía comunicarse.
Sus bramidos furia eran,
pero la furia, por sí misma,
no es más que vana potencia
derramada como el agua
sin vaso que la contenga.
¿De qué sirve el poder supremo
si no hay nadie que lo entienda?
Todo era él: las montañas,
los valles, las cordilleras,
los peces húmedos que nadan,
las aves secas que vuelan.
Era cárcel en sí, prisión continua
de blandos suspiros de cera
que salían de sus entrañas
y morían en su lengua.
Ya quisiera ser cabello
de su negra cabellera,
que al menos entre otros muchos
oscilando se entendiera.
Genio de la sustancia,
¡triste y temida bestia!,
por desgracia evolutivo,
continua y penosa rueda.
Hastiado estaba el Asombro,
sorprendido de la miseria
de ser único y solo
junto a la fuente en que abreva.
Se miró en sus calmosas aguas,
y se reconoció niño en ellas,
y dormido se fue quedando
en la orilla de la alberca
que forma el agua estancada
con el azul por cubierta.
Soñó, soñó que nacía
y, fuera de él, la materia,
como cristalina madre,
le enseñaba por vez primera
las orquídeas de los prados,
las tímidas azucenas.
Soñó que las cosas estaban
no en él mismo, sino fuera.
V

Caminando por su sueño
el gigante, enano se encuentra,
y va tocando lo que ve,
extendiendo la liviana yema
de su dedo índice blanco,
inocente de pureza.
Se ríe, y su risa es como
el murmullo de la fuente eterna
que en vigilia se oye cantando,
y en el sueño se contempla.
Por primera vez se siente
mimado por la materia,
que lo acaricia con figuras,
desnudándose en su presencia.
Se siente joven y fuerte,
más fuerte que si mil cabezas
tuviera, y todas pensaran
sin contradicción entre ellas.
Ya no es un monstruo terrible,
sino un niño que juega
con la luz desvanecida
en cascadas que penetran
hasta los huesos del alma,
y en recuerdo allí se quedan.
Tanta novedad advierte,
tanta novedad observa,
que, llevando el dedo a la boca,
lo chupa como si fuera
la leche opaca de la vida,
el corazón de la selva.
Cansado de andar, se derrumba
en el suelo, y junto a un boj, se acuesta,
y arrancando una de sus ramas,
la acaricia y la doblega
hasta tallarla en una curva
que imita al mundo que rueda,
por la novedad continuo,
eterno a la inteligencia.
La sorpresa del descubrimiento
de felicidad lo llena,
y decide combinar lo que encuentre
a su primera herramienta,
para componer un objeto
que sea otra naturaleza
como la primera que ha visto
soñada en el agua que suena.
Arranca una hoja de lino,
y la tuerce en una cuerda
que tensa entre los extremos
del corvo arco de madera.
Los elementos se unen,
se imbrican en una pieza
¡oh maravilla! como
si así juntos surgieran.
Pero algo faltaba, algo
para la acción que comienza.
¿Qué será? se preguntaba
el niño mientras intenta
por azar, cortar una rama
distinta de la otra, recta,
y como por sobria intuición,
apoyándola en la cuerda,
esta se dobla y, soltándola,
disparada, se clava en tierra.
Abriendo la boca el niño,
aplaudió sin voz su destreza,
y con saliva en los labios
dijo la primera letra,
que es la A que en el desconocido
se abre como una puerta,
o un túnel en el espacio
que pare la inteligencia.
Inventado el movimiento,
ascendió a la conciencia
la voz que sale del pecho
del niño, armado de experiencia.
VI

De repente, había cambiado.
De repente, el cambio se muestra
en un hervor de burbujas,
en un fuego que saliera
de lo profundo del aire,
que por la piel se extendiera,
por la piel de la distancia,
llamada naturaleza.
En lo escondido del bosque,
el niño hiere a una fiera,
que, sangrando, busca en vano,
la saeta que la hiriera,
y, aullando de dolor,
a otra fiera herida encuentra,
y, ambas, enfermas de lo mismo,
juntas en par se aposentan.
Ya el león no duerme solo.
La leona se le acerca.
Y, juntos y heridos crían
multiplicando su apariencia
en otros recién nacidos
que continúan sus huellas.
El mundo se divide
en dos polos: machos y hembras;
las últimas paren los hijos,
los primeros los engendran.
Y el niño siempre escondido
en su invisible inocencia,
a todo lo que ve moverse
dispara una saeta.
Pronto la herida se extiende
hasta conquistar la materia
que, combinada, se mueve,
en sonido que se templa
en una música ordenada
-la vibración de la cuerda-.
El juego se comunica
hasta volverse existencia,
pues todo aquello que existe,
respira por esa enferma
herida de amor que se cura
solo con la misma pena.
Todo está vivo y se junta:
la piedra con la piedra,
el sol perdido en el cielo
con la luna que lo refleja.
Solo el amor es libre,
y dispara con una venda
en los ojos, dirigiendo
ciego a la diferencia,
a cada figura su dardo,
a cada cuerpo su flecha.
El amor, en su lecho ríe
mientras la vida se incendia.

VII

En fin, que todo es principio.
La muerte nace ya muerta,
la vida muere a la muerte,
y los contrarios se besan.
El lenguaje articulado
de la sinfonía perfecta
de las cosas, se difunde
como la lluvia en la tierra.
El niño en las cosas habla,
y en la materia se expresa,
traduciendo de lo real al sueño
la voz de la fuente que suena
del otro lado del ser:
en la vigilia secreta
que el antiguo cíclope ignora,
sumido como está en la serena
noche de sus sentidos,
arquitectura de estrellas.
Arropado por su canto,
el niño flota a la vera
del manto de su madre tenue
que con caricias lo enseña,
dándole a beber de su pecho
la felicidad completa.
La madre tenue es la música
que con suavidad que besa,
sostiene al Significado,
o Verbo amarrado a ella,
y, unidos, son la Palabra,
la naturaleza eterna.

VIII

Pero he aquí que, silencioso,
el miedo entre las hojas repta.
El niño que ha combinado
a la curva con la recta,
a lo frágil con lo duro,
la forma con la materia,
en sus dos piezas genitales
que son el arco y la flecha,
también tiene un enemigo:
¿qué pasa si se despierta
y vuelve a ser el cíclope antiguo
que es cárcel de su grandeza?
Morirá como ha nacido
el mundo, morirá la tierra,
desvaneciéndose en sueño
la música que lo alienta.
Volverá a ver la fuente
de la realidad primera,
y, encerrado, morará
en un bosque de maleza.
¡Lejos, lejos pensarlo!
Porque si se despierta
perderá entonces su infancia,
su única compañera.
¿A alguien se le ocurre algo?
¿Qué harías, lector, si tú fueras?
¿A la realidad barroca,
cómo simple la volvieras?
La matemática Venus,
que es la flor de la belleza,
pues símbolo es su mirada
y música su cadera,
blanca paloma nevada
en el campo verde espera
con corola inmaculada
y ocultas raíces negras.
Haciendo de pétalos labios,
que son espadas que atraviesan
toda carne como agua,
todo hueso como crema,
abriendo su sexo dulce
que los vientos envenena
dijo así al niño-mesías
como con voz de trompeta:
“Si quieres vivir por siempre
en tu sueño, nunca mueras.
Tiñe de rojo mi cuerpo,
y harás real lo que quieras”.
Calló después escondida
del silencio en la cueva,
cuyas estalactitas de cal
son virtudes que se muestran
a aquel que en sus soledades
acostumbra recorrerla.
El niño creyó comprender.
Un sacrificio se espera
que redima el sueño feliz,
y en realidad lo convierta.
Un sacrificio cruento
que en copa de la belleza,
cambie el blanco en púrpura;
a la razón en causa vuelva.
Mientras el rapaz discurría
cual sería tal ocurrencia,
en figura de toro negro
la muerte se le presenta,
bufando por el hocico,
escarbando en la dura arena.
La muerte, que en el blando sueño,
significa la venganza fiera
de la realidad que, del otro lado,
a la alegría quebrar quisiera.
Tensando el arco, el niño,
antes que embista la fiera,
le dispara un dardo fulminante
que roza su cornamenta,
pero el animal, furioso,
bufa y baja la cabeza,
pues coraza es su sustancia
y los dardos no le afectan.
El niño burlado se espanta
de su error, y huir intenta;
por primera vez ha fallado
su sintonizada destreza.
Pero, ¡ay!, el toro lo sigue,
la muerte no deja la presa.
Solo, pues, queda una cosa:
lidiar con su siniestra
noche negra enemiga
mano a mano, hebra a hebra.
El niño parece hombre.
Es un héroe de solera
en cuerpo de infante tierno.
Su alma, confusa, tiembla.
Pero diciendo: “A por todas”
se lanza contra la negra
enemiga que lo acosa,
tempestad que así lo cerca.
Siente un hilo de sangre viva
salir de su pecho afuera,
mientras la memoria se esfuma
y, abiertos los brazos, se entrega.
IX

Ya las flores encarnadas
salpican las verdes vegas.
Ya son purpúreos los valles.
Empieza una nueva era.
Se viste de fiesta la vida,
con capa de etérea seda.
En los árboles hay aves
que cantan, chillan y celebran.
El sol, desde lo alto, mira.
Los gallos arcabucean
el rosicler del alba,
campo de gules que muestra
el triunfo de la mañana.
Entusiasmadas, las hierbas
tañen el viento sin forma
con dedos verdes que tiemblan
aspergidos de rocío,
aljofarados de perlas.
Está joven el universo,
sostenido en la cadencia.
Se oye el balar de un cordero.
Se oye, a su lado, a la oveja,
y soplando un caramillo,
un niño, con cinco rosas, llena
el aire con su canción
enamorada y serena.
Es aquel gigante antiguo
que con su sangre sincera,
ha comprado el mundo entero,
y el sueño viejo es realidad nueva.
Ya la Belleza no es blanca,
tímida y perecedera,
sino púrpura encendida;
y con el arco y la flecha
que son sus armas divinas
las cosas todas gobierna.
La fuente de agua del sueño
es realidad de sangre que alienta.
La gélida ausencia del agua
es ahora cálida presencia.
¡El niño-amor de la infancia
en Dios se metamorfosea!
Es oro radiante, águila de oro,
la plata de la vieja promesa.
En el más alto monte del mundo,
el monte de la realeza,
apacienta los rebaños
vastos de la Inteligencia.
Ya no es temido, es amado
El Ser de la fuente primera.
X

Espíritu y carne son
ahora el arco y la flecha.
Termina aquí la canción.
Termina aquí la epopeya.
Amado y Amada son
también el arco y la flecha.
El arco dispara,
la flecha llega.
Así el Amor que era en principio
un sueño, eterno se hiciera.
El arco femenino,
la masculina flecha,
desde la sombra unidos
a todas partes llegan.
Ellos son el Dios
de la fuente profética.
La plata del agua es oro de sangre,
y el sueño del malo es realidad buena.
FIN

CINCO CANTOS NUPCIALES

CANTO Nº1

Blandamente el mar se hunde en el costado del mundo.
Así tu mirada serena
va alumbrando como faros mis sentidos.
Cuando tú te tensas
yo me aprieto contra ti y somos en uno,
tú el arco y yo la flecha.
Tú, mujer vigilante que encierras el mundo;
yo, hombre desmedido que escribo la huella;
los dos somos un arma,
los dos somos un vínculo,
los dos somos la tierra.
La tierra que es la casa de todas las cosas,
el globo de luz, la vida coronada
donde la música nace despacio
llenando de peces, recuerdos vagos y sabrosos
la isla encantada de la Inteligencia.
Oh Creta, donde surge el palacio de mil puertas,
de nuestra unión sincera.
Nos hemos fundido en una sola materia.
¡Mira como nace el canto en las playas,
mujer desnuda y profética!
Tus ojos son nudos que mi aliento atrapan,
tus ojos son cuerdas
del violín que toco mientras te estoy acariciando
con los dedos mojados de tu grito infinito,
de tu alma espumosa que flota en la arena.
Toco con las yemas de mis dedos tus labios
encendidos de ciencia,
y hundo mis besos entre tus palabras
que salen brotando de tu garganta libre.
Mira los edificios de las grandes ciudades
cómo se sumergen en la informe nada,
piedra a piedra se desvanecen
en ruinas que el verde gasta.
Estamos engendrando el Amor,
oye sus toques
en la caverna sabia de tu cuerpo
donde un jardín estalla en mariposas
que incendian la soledad del silencio.
Estoy contigo, vuelo en un avión de espuma,
navego en barco de oro a la región de América,
el sueño que se hace realidad en tus miembros
que esparcen la semilla de mi fuerza.
Tú encadenas mi pecho con tu pasión furiosa
que es vida que va creciendo
como un temblor que esculpe las montañas,
y tus cabellos bajan como ríos
por mi espalda por ellos regada.
Mi flecha recta apetece tu curva,
dispárala en la tiniebla,
y verás un sol en tus pupilas
donde la memoria se abrasa.
Estamos en contacto. Empiezo donde terminas,
y nuestros dedos se entrelazan
en una oración que llega a todos los puertos
y comunica como una bala.
Ya, adormecidos, aún vemos la cúpula
de gloria donde los ángeles cantan,
y vemos a un niño pequeño todavía,
al niño Amor transfigurado en fuego
donde la cumbre del placer se acaba.
CANTO Nº2

Dispárame en la noche
amiga y maestra.
Que mi morada
sea tu cadencia.
Mujer prolongada,
dispárame y dirígeme en la niebla
para que llegue a ver la luz del día,
de un día que haga mi materia
incorruptible, alada;
gloria como tapiz que llena
las habitaciones de los deseos,
las encrucijadas de la conciencia.
Enciéndeme de amor y dispárame,
para que atraviese a la bestia
ebria y transparente de mi carne
en su remota velocidad que acecha,
hundiendo los colmillos de la muerte
en mi dorada moneda;
la moneda de la sabia nostalgia
que en la alcancía de la idea
se esconde como raíz transida
de límpida vida que empieza.
Celebro tus largas piernas de mármol
que marcan mi senda.
CANTO Nº 3

HOMBRE

Despacio dame a beber de tu vino,
mujer de plata;
yo soy el hombre que te ha conquistado;
yo soy tu obra, tu flecha alada
que atraviesa la noche.

MUJER

Tú eres mi vida y mi palabra.
Dirígete al corazón del mundo
y pon la bandera en la tapia
gris de la muerte, e incéndiala.
De ti estoy mojada.

HOMBRE

Te daré todas las cosas.
Los frutos del tesoro de las algas,
que están en el centro de la tierra.
Te daré las estrellas acristaladas
que derivan del cielo de la conciencia.

MUJER

Dame solo tu mirada.
Que tus bienes sean míos por tu boca.
Que tu lengua me haga más amada.
Quiero ser un anillo en tu dedo.

HOMBRE

Eres de mi vida la causa.
Pero yo solo puedo amarte
si tú me amas.

MUJER

Te amaré por encima de la muerte,
para que engendres en mí la gracia.

HOMBRE

Déjame contar tus cabellos,
déjame recorrer tu espalda;
tus senos son blandas montañas.
Eres curva como el arco,
bella y sofisticada.

MUJER

Tú eres como manzana sabrosa
que mi paladar embriaga.
Es una pulga tu fuerza,
que en mí se vuelve almibarada.

HOMBRE

Dame tu mano blanca, amiga,
dame tu mano blanca.
Voy a abrir todos tus secretos.

MUJER

Lee hasta el fondo de mis entrañas,
varón venturoso.
Lléname de ti y descansa.

HOMBRE

Tengo la punta aguda,
de metal que en la muerte se clava.
Voy a atravesar todas las puertas.

MUJER

¡Ay, no violentes con tu saña
mis florecillas tiernas,
mis fuentes perfumadas!

HOMBRE

Dentro de ti camino.
En la cuerda de tu voz me apoyo,
y tú, encendida, me disparas.
¿Adónde llegaré si tú no cantas?

MUJER

Robador de mi cuerpo,
raptor de mi morada;
si ahora eres el dueño, cava la tierra
para que el árbol nazca.

HOMBRE

Absorbe al completo mi fragancia.
Por mi trabajo gozoso
la tierra está cavada.
Ahora ténsate hasta que tus ojos
sean dos repentinas luminarias.

MUJER

Ya estoy. Ahí va mi dardo
atravesando todas las membranas.

HOMBRE

He llegado, raudo, a la meta.
Volando vibra mi descarga.
El balbucir de la vida se siente
en la ribera lejana.

CANTO Nº4

Tu pecho rebosa aroma,
varón de oro
que te derrites en el horno de mi vientre.
Dame tu semilla concentrada
para que yo la expanda sobre mi cuerpo
como caballo lácteo que me sacia.
Llégame al fondo
como una pala,
coróname de piropos,
sumérgete en mis aguas.
Dentro de mí misma vas dejando
la noche de luz tapizada.
Flecha masculina, ven a mi arco,
deja que te dirija en calma.
Tu fuerza, sin mí, se pierde.
Tu vigor, sin mí, no es nada.
Tierna me haré para que me bebas,
para cantar en tu garganta
hasta extenuar tu furia,
hasta apagar tu carne abrasada.
Ven a mi arco, saeta.
Te daré lo que te falta.

CANTO Nº 5

Vamos a ser dos en uno.
El futuro soñado será carne.
Dame tu sangre,
te doy mi sangre.
Anulemos nuestra débil frontera
en un océano inmensurable.
Extendámonos por el silencio
de la nada errante.
Juntos, arco y flecha somos el Amor,
el arma del combate.
Matemos al viejo Límite,
obremos el nuevo Auge.
Un niño haremos de lo terrible,
y lo temido hará el Arte
que, acariciado por el mundo,
será el fruto que nos salve.

FIN DE “SANGRE Y AGUA”