LA DANZA DEL FUSILADO
Que venga el fusilado,
Con el corazón envuelto en un trapo ensangrentado,
Que venga con la cabeza perforada por un clavo,
Que venga con la sonrisa en la llaga y los ojos reventados.
El fusilado es el hombre que liberó a los jerarcas malvados
Se ha tragado por la boca la muerte de los enfermos maniatados,
Su perfecta sombra de metal ha absorbido su perfil humano.
Las altas damas y los caballeros con sangre se lavan las manos,
Tienen colmillos de lobo que arrancan la carne tierna de los muchachos,
Tienen frigoríficos nuevos que guardan cadáveres congelados.
Que venga, que venga el fusilado,
Como el rey y el héroe de nuestro tiempo desheredado,
Que venga con una sonrisa manando de su costado,
Que venga con un coro de etiquetas a vestir de vómito los prados.
Que venga con un maniquí de puta, con una lata de sexo enlatado,
Que venga con la educación del sastre y los dos muñones a los lados,
Que venga con una bandera sucia y el llanto del torturado,
Que venga con los altos rascacielos sobre tumbas de vivos levantados.
Que venga con encías infectadas y el viejo fusil cargado,
Que venga con la inocencia por duelo del color de un billete de banco,
Que venga con un título adquirido y con la cadena del esclavo.
Y Que dance delante de nosotros, que escupa al público extasiado,
Que se arranque los brazos al unísono y prenda fuego al decorado,
Para no ver jamás lo que hemos hecho, que venga, que venga el fusilado.
CONSECUENCIAS
La Santa Especulación elevó los rascacielos
Y humilló la pequeña cabecita del niño,
Puso piedra sobre piedra y arrancó los dientes del pobre
Lanzándolos a los cielos en un calculado rito.
En un colegio fantástico sin puertas ni ventanas
Fundó una silla con ruedas y un teclado sin sonido,
Puso precio a la cintura de la belleza oprimida
Y compró sueños de muertos para atrapar a los vivos.
Automatizó las armas y jugó con inocentes,
Acechó los pozos de agua y los envenenó con siglos,
Amordazó la boca humana que cantaba en la noche,
Ató al cuello del enfermo una rueda de molino.
Edificó un templo oscuro de sombras de corazones
Y juró que en su altar sucio nacería un dios furtivo,
Pero se ha ido ya la luz hacia otra más plena tierra
Y en la bandeja del robo nació un feto sin espíritu.
ACERCA DE LA FOTOGRAFÍA DE UN DESNUTRIDO DEL TERCER MUNDO
Hay un gozo verdadero en la piel que se pega a los huesos,
Donde el sol y la luna se acuestan en una transparencia no juzgada,
En el retrato del miedo una jeringuilla con droga delicada
Ha disparado la negación de la vida en los cuerpos faltos de besos.
No hay voz para el hombre, ni en el cielo ni en la tierra,
Ni en el abismo del mundo, no, no hay voz para el hombre;
No hay realidad ni dicha, hay un círculo ciego con ningún nombre
En cuyo centro vacío dos mentiras se hacen guerra.
La lengua silenciosa arranca las vísceras palpitantes,
Humeantes para un nuevo sacrificio de otras culpas,
Sacerdotes de la muerte ofrendan cómodas disculpas
En los cálices de angustia sus crímenes elegantes.
Sin una verdad que una, la oquedad es infinita,
El oído se desborda en el ruido de un viejo infierno,
Porque estamos condenados a repetir el mal interno
De un error como el demonio que en nosotros resucita.
Dividiendo la memoria hemos trazado fronteras,
Hemos vendido los cuerpos, somos espectros sin dueño,
En una prisión vagamos hacia otra prisión sin sueño,
Y vestimos el engaño con los muros por banderas.
LA CIENCIA DE LAS ARMAS
A las víctimas de guerra.
Aquí se rinde culto a la muerte en traje de éter terapéutico
Aquí se ha elevado la técnica a la categoría de mágico anatema,
Aquí las mujeres y sus hijos hablan de profecías con balas en los labios
Aquí la malaria y el sida los cielos abiertos silbando penetran.
Y no hay quien los salve, obra son de la muerte.
Y no hay quien los vea envueltos en llama negra,
Ni redención que alcance sus miembros indefinidos,
Ni socorro que llegue al amor de su materia.
Un libro azul repleto de telarañas de oro tísico
Una biblia de inocencias se desnuda en el dormitorio de la concubina,
Los carteles relumbrantes a su frente están clavados como llagas
En un milenio de azufre los millonarios juegan sus venas vendidas.
Los médicos de bata blanca, los abogados de toga roja,
Los fabricantes de electrodomésticos consumen piadosas garantías,
Los funcionarios intercambian vídeos con algunos sacerdotes,
Las refugiadas paren a sus hijos en la velocidad de las autopistas.
Y no hay quien los salve, porque no hay quien los salve,
La civilización no tiene vacuna ni medicina,
En los centros comerciales se sustituyen vidas por recetas,
piojos de colores reptan en las perfumerías.
Aquí no estamos en ninguna parte, la ciencia de las armas nos protege
Y nos devora muy despacio, cierto temor nos encierra.
Este es el lugar de la utopía, donde el aire es una burbuja de vidrio
Aquí alimentamos la muerte con la razón vana que niega la tierra.
INCOMUNICADOS
Estamos incomunicados,
Tú y yo sopesamos los números de los teléfonos,
Estamos en la era más antigua del mundo
Por lo que respecta a los fósiles de nuestros contemporáneos.
Estamos junto a un fuego apagado vinculados a un cable de hielo
Estamos ensayando la postura de los relojes sonámbulos,
En los apartamentos unas pantallas diseñan el futuro,
Un largo corredor sin luces que desprende olor a carne podrida.
Estamos unidos por un aislado corazón mecánico,
Estamos proyectando imágenes de animales salvajes en una cabeza de alfiler,
Estamos custodiando en vitrinas el polvo arcaico de un dinosaurio
Y nuestra memoria es una cadena que se enreda a nuevas formas de lo mismo.
Estamos tan incomunicados que no nos atrevemos a mirarnos,
Estamos ciertamente incomunicados, y lo natural está lejano, es tal vez sueño.
El trabajo no nos hace libres, escuchar es imposible,
Cuando hemos querido emular a quienes nunca existieron ni existen.
¿Qué herencia hemos recibido? ¿ Por qué hemos dejado de vivir?
La historia es un relato que entretiene a los muertos de cada armario lírico.
Observa: hemos labrado autómatas que viven por nosotros,
Cuando el archivo de nuestras células se convierta en un diamante de tiniebla,
Es probable que ya hayamos comprendido que no vamos a hablar más de la ilusión del tiempo.
LA META SUICIDA
Puesto que los ruiseñores que despedazan los ejes lánguidos de los aviones
No quieren organizarse para celebrar el funeral de una máscara en ruinas,
Y debido a que los organismos públicos disponen de un centenar de bacterias
Que asimismo se prostituyen en dirigibles naturalezas muertas con trocitos de avaricia,
Yo – este yo del poema, no yo- pretendo hacer un llamamiento a los fondos marinos de parca liturgia,
Para indicarle a las depuradoras fotogénicas de abstracta llaga oculta en ciertos momentos,
Para convencer a los vientres fecundos de los vientos renacentistas,
De que no voy a introducir en el horno expectorante mi búsqueda y mi alma, ni voy a no decir mi verdad tampoco.
En algún lugar de la duda hay un vertedero con cuerpos humanos en forma de anzuelo,
Hay una portada de dolor y un pórtico de desconsuelo
Hay trigales desmesurados que presiden los abismos del paladar,
Y sobre todo hay una cosa muy importante que consiste en valorar lo que desconocemos;
Sin embargo y no obstante, respetar la gloria angélica de sentirnos vivos.
Así que cuando mencionamos el miedo a nuestro admirable vacío creado y milagroso,
Ciertamente no sabemos muy bien lo que estamos diciendo porque no decimos nada,
Y entonces infundimos cierta arrogancia estupefaciente con la antipalabra éxito,
Porque la palabra auténtica la hemos desperdiciado, la que dice simplemente vivimos.
Nadie ha edificado cárceles antiguas para mi alma,
Nadie es más que una leve conciencia en un sueño que se está despertando,
Nadie puede ser yo – ni tan siquiera yo soy yo del todo-,
¿por qué entonces voy a adherirme a un pedazo de angustia ajena al que otro llama placer?
Debajo de la corteza de sombras hay un infierno latente de reprimido fuego;
Es el mismo fuego celeste, y el mismo canto de la tierra,
Pero no he de negar que todo nos pertenece, antes de las convenciones de intereses
Que pusieron precio y nombre a esto y a aquello,
Antes de otra meta estaba un yo que no conozco y que llevaba mi meta consigo.
DESNUDO INQUIETO
Vencida y pálida aún parecías entre los lirios deshechos de la madrugada,
Con tu cuerpo palpitante de voces sencillas y de enigmas mortales reunidos,
Mis dedos penetran como una espada la ansiedad llena de las amapolas,
Tus ojos por mi piel bailaban entre rumores de montes esparcidos.
Si hubiera una escuela para ti o un maestro para tu corazón de cielo opaco,
No se convertirían en nieve en calma las nubes convencidas de carne violeta,
Si yo no te amase con la paz de los instrumentos sonoros del instante en vilo,
No podrían florecer los volcanes de silencio que se ahuecan de fe en los precipicios.
Puede ser también que los oficios de la roca te sitúen ante el pupitre de un espejo falso,
Porque falsos son todos los espejos, ninguno lavó el barro de la noche ciega,
Y tú no eres la marca de la esfinge que se almacena en una mueca de intercambio,
Más bien, eres parecida al alma errante que alimento hasta la luz desbordada de la siempre anhelada primavera.
DESARROLLO DE UNA ESTACIÓN OSCURA
Van y vienen en los rápidos torrentes de sangre que cae sin remedio, entregada,
Se ciernen en saltos de águila de cristal intermitente,
Las sábanas se rozan con breves caprichos de seguros horizontes perdidos,
Se sabría reanimar un susurro bajo la central humedad de los bosques insinuados,
Y así florecer en un arpa de algodón que se entierre en la oda de las máscaras quebradas.
Así crece el desarrollo inútil de la oscuridad, tal vez sensual e inexacto,
Cuando las figuras, las formas del viaje, simulan huir al soplo de nuestros propios labios,
Cuando se suspenden en estrellas nocturnas, o en soles de pronto encontrados,
Alumbrados de deslumbramiento y por completo en materia consumidos,
Pues la estación de dureza extraña nos golpea las sienes con rigor, rostro sin ley de la tierra que jamás hemos poseído.
EN LOS TÉRMINOS DEL AIRE
En los términos del aire hay una torre de papel de plata con orquestas de lluvia que podría tocar el cielo de una mano,
En los términos del aire, en el reino de una nada donde dios se ha visto nacer envuelto en los misterios de los cuerpos imaginados,
Sostenida en ondas de madera inconsciente, andaba entonces mi alma como un sueño sigiloso, navegando en un blanco abismo.
Entonces llegó rápida e inocente la velocidad de un aroma de vecinas decisiones,
Y fui capaz de comprender el significado de los silencios de las precisas palabras,
Cuando vi y escuché que el espacio vacío estaba en mi propia persona,
Y cuando supe que el negro esplendor de la luz brotaba de una pequeña gruta ahogada.
No hay otra cosa que una sed de libre espera,
Me he abandonado en la ribera de los ríos que carecen de refugio en las flores de sombra disparada,
Me he llenado de raíces en un holocausto que niega la virtud de los cuidados sobrios,
Para llamar a los intervalos del amor que se extienden con la imagen hundida de mi piel desdibujada.
ELEGÍA DE LAS FINGIDAS PÉRDIDAS
La mujer con la cara pintada de tatuajes de embriaguez e ira,
Sentada sobre una fiera de un cuento anterior al orden fingido del mundo,
Y el leproso con la nieve en las mejillas que se arrodilla para besar la hierba,
Y la niña enferma de cáncer que coloca su cuello bajo una tierna y bella convicción,
No son menos reales que el concepto de realidad aprendido,
Pues han salido en cierto instante de un corazón que se agita sin rechazar su imagen, el universo que subsiste solo.
Resulta imposible copiar la bóveda capital de los astros que recrean nuestro lejano interior,
Socava el subterráneo mapa plano e inerte un gusano luminoso que aparece de pronto con la juventud de todos los amaneceres,
Algo vivo y verdadero que hace ridícula toda sombra de evocado desarrollo o fuga hacia una parte que olvida su procedencia,
Porque somos nosotros quienes decidimos lo que queremos saber.
Aunque nada se mantiene por encima o por debajo de un sentido paulatino que no ha sido engendrado hasta este momento,
Ni los dioses ni las úlceras donde el sufrimiento nace y se perpetúa podrían definirlo con adecuada conciencia,
Es cierto, como es cierto el misterio del amor que eleva sus frutos sobre la memoria,
Proyectil del cielo de blanda plenitud sobre los campos que han de quedar desiertos hasta el tiempo de los nuevos vientos inexplicables,
Verdad inaprensible, libertad que hieres y sanas con el arma de un calor que antaño parecía dormitar,
Mía más allá de mí, oh siempre amada expulsada de las formas.
EL PASO A LA VIDA NUEVA
Las cuchillas afiladas de los fríos que conciertan la luna brillante y muda,
Se han tendido en la roca del espacio para contemplar la muerte de un obrero con la mirada rota en otro invierno,
Las hoces atraviesan las membranas de la apresurada norma en manteles de entropía maldiciente,
Allí donde la experiencia de una mueca absurda corta las alas transparentes de las libélulas que visten las aguas del día.
Un camión de restos humanos transita por la carretera de los siglos mentores,
Con azul y blanco decoraba los vagones de los supermercados;
Los esclavos negros, los obedientes banqueros judíos con las llagas quemadas y los soldados de perfecta simetría que enseñaban una sábana con un grabado de sangre,
Todos ellos entonaban al unísono un himno que amputaba los brazos y las piernas de las estaciones.
Esqueletos despojados de carne que danzan sin música con una moneda de oro en cada diente cariado,
Huesos especializados en asfixia subterránea, calefactores de un estanque de fuego encendido con cabezas nucleares,
Cartuchos sobrios para estallar y no volver junto a las casas y los pozos tapiados con latas de conserva donde se agitan los gritos de los asesinados,
Lodazal de letanías y de oraciones de cómoda arrogancia, gustad y ved el espectáculo de vuestra muerte,
Asistid a la ceremonia de los nuevos cielos que están brotando de la vieja tierra,
Ved vuestras telarañas rasgadas por el filo oscuro de un amor que creáis imposible y burlado,
Porque se ha deshecho el papel del mundo con las lágrimas de los recién nacidos vivientes,
Porque se han torcido las costuras de acero y ciencia obsesiva,
Y ahora, no entonces ni luego, la deuda roedora ha quebrado vuestras bolsas en cada cementerio,
Y el desnudo salvaje, el tiempo encerrado en relojes de conducta mecánica, os ha escupido su libertad a la cara.
¿Qué hicieron tantas décadas que inventaron piezas de artillería cada vez más feroces y alejadas? ¿ Quién uniformó las sombras con fusiles de asalto?
La tierra de pronto despertó con resplandeciente voz de luz impenetrable
Y redujo hasta el polvo la institución de la muerte,
Para que los pies de los vivos recorriesen su fundado camino hasta disolver las figuras en un fulgor de inmensidad,
Para que la red razonada y pervertida de una ley succionada desapareciese a la vista de la paz de los milagros de cada día disfrutado,
Para, en un eterno instante de celebrada existencia, obrar nuestros propios límites.
LA DOBLE REALIDAD
Cuando estrechamos el cerco boreal del pensamiento
Vemos la escena del misterio con los ojos de un cadáver,
Cuando ocultamos la herida del nacimiento no podemos escaparnos de la muerte proyectada en ecos virtuales,
Cuando reducimos el cuerpo a un espejismo el universo podría caber entre las antenas de una hormiga,
Podría especializarse hasta el microbio antediluviano, podría ser una frase atragantada entre la lengua de una examinada sabandija,
Cuando ampliamos el cerco austral el pensamiento se enrosca en sí mismo como una culebra alrededor de un tronco de árbol de un inocente paraíso,
Cuando desaparece su circuito las fronteras se acoplan en un vacío sustancioso donde el fuego recorre sin abrasar los miembros de las más altas cumbres terrestres,
El fuego anterior al caos soñado, ¡el fuego humano!, congregado alrededor de sus manos,
Descalzo en el monte del abismo de la íntima noche nuestra, amor vivo, nuestro al fin, transfigurado.
LA ESENCIA DEL CANTO
La carne clama desde los candores de la noche anterior al reflejo del día, clama con la voz del dolor estremecido,
Una gota que cae y abrasa los piélagos de confesada e intacta justicia como un ovillo en torno al cual se arrolla el hilo de la vida,
Carne pura con la piel de un sueño que fluye en el caudal extremo de todos los ríos disimulados,
Carne clavada por alfileres de sangre, alma de sabor cosechado,
Carne que en cuerpos danzas agigantada y libre, extendida y no creada, espacio indivisible del encuentro esperado,
Serás espejo de verdad oculta cuando el silencio ingénito te haya despertado.
DESARROLLO DE UNA IMAGEN MENTIDA
Páginas en forma de hacha siegan el cuello de los nómadas que entre ciudades transitan con un antibiótico en la maleta cromada,
Con diamantes tallados han comprado los órganos del indigente que muestra una piedad en su alma del color de los corales submarinos.
Mientras los semáforos enloquecen indicando la contaminación de los pedazos de pan vendidos en pública subasta,
Una autopista explosiva sepulta los hogares de los refugiados a causa de un calculado y mentido método de exterminio.
Las máquinas copian imágenes al ritmo de un desenfrenado e invertido vicio de acumular basura en los deseos,
En competida arrogancia las marcas de antiguos esclavos taladran con temores la cúpula diáfana del cielo.
En busca de nuevos planetas las sondas se arrojan a una ilusión de futuros tapiados,
Por selvas de artificios eléctricos saltan los especuladores como simios de rama en rama torturados.
Tú y yo vaciemos la oscura y nocturna conciencia heredada y llenemos de nuestra luz sus regiones fosforescentes de líquida nostalgia,
Tú y yo matemos al semántico monstruo del odio y encendamos el amor presente en el pozo ciego de sus desoladas entrañas.
EL ARTIFICIO
Míralos,
Por el camino asfaltado llegan con automóviles nuevos,
Los especialistas con los caracteres diseccionados,
Con una galvánica sonrisa fuerzan amables arrogancias
Y en una cuenta corriente ocultan su falta de confianza.
Escúchalos,
Cómo han aprendido de memoria la gramática india,
Cómo debaten acerca de política en sus discos giratorios,
Cómo conservan la jeringuilla de su primera anestesia,
Cómo vulneran la ley que ellos mismos han aprobado en urnas de oro.
Tócalos,
Toca la herida en forma de aspa que lucen bajo la camisa,
Huele sus manos con perfume de sepulcros embalsamados,
Acompáñalos a su chalet recién pintado con simulacros tras la verja,
Toca la ilusión fugaz de la conversación familiar en sus diálogos de teatro.
Parecen incluso seres humanos,
Pero podrían ejercer de extraterrestres con raíces instaladas a partir de cables sintetizados de vinilo,
Sus mecanismos emulan emociones naturales en videojuegos movidos por hilillos de corriente eléctrica,
Y las moscas radiactivas se posan en las reses ejecutadas del mercado interactivo.
Compadécelos,
Son partes de ti mismo, tú también eres parte de ellos,
En el fango pisado por otros buscan sus identidades perdidas,
Deseando el aire de la superficie, bajo el agua estancada de ajenas vidas.
LA VANA INTERPRETACIÓN
Volando en el caos del ruido,
El vampiro imita un arco iris de paz y lo cuelga en el sueño de los astros que arden
En la profunda extensión de la memoria celeste,
Y sus colmillos se clavan en los cuellos de las muchachas dormidas
Mientras un hilo de sangre oscura es bebido por las bocas de los muertos insaciables.
El vampiro informativo se nutre de sangre ajena
En tanto el viento lo desplaza de un extremo a otro de la mueca humana,
El vampiro de alas doradas vaga entre ruinas audiovisuales
Presintiendo la jaula de compraventas que refuerza y justifica su sed de anhelo
De una cárcel a otra, guiado por el hilo de la sangre
Con lamentos de betún compacto de esquinas fotográficas incendiadas por calaveras de humo sin canto,
La confusión eleva su torre imposible, vaciado ingenio y descarnado espectáculo.
CONSEJO PROPIO
Quítate la máscara de la Muerte para ver los rayos del sol de tu pecho,
Arráncate la trágica máscara de la Muerte,
La moral macilenta de contagios ajenos
Que impide la fluidez de tu espejo y crecimiento.
Para que sepas que la belleza es verdad,
Devuelve las sombras a su lugar comprendido.
Todo lo que deseas nace dentro de ti mismo
Y hacia fuera una voluntad lo consolida,
La tierra sola afirmará tus pasos percibidos.
Nada queda retenido en la máscara de gas.
Antaño había cortejos de palomas y de ruiseñores enamorados
Que cantaban con sus alas en torno a los enigmas,
Pero el oráculo es ya un agujero vacío
Cuando el hombre surgió de él hacia un más cierto mundo,
Cuando la sábana empapada en sangre ya no retuvo el cuerpo del amor
que parecía una voz creativa en un cielo inaccesible,
cuando volvió al banquete de la vida y dijo: “La paz está con vosotros”,
y permanece como la verdad que por todas partes luce
cuando se aquieta la tormenta del sueño fingido en la noche.
RENOVACIÓN
De tu sexo surgen cangrejos con el caparazón de jade roto
Mientras se adentra en tu piel convexa mi llave de humanidad mellada.
En un encuentro fortuito, ah sí, nos desvanecemos el orgullo
Que empieza a arrugarse despacio como un capullo de seda.
Compartiendo la intimidad, entre los barrotes de la fantasía,
Sacamos las puntas de los dedos y las chupamos con la boca,
Pero solo un poquito, y otro poquito queda en el plato
Y nuestra saliva lo devora con ávido y dentado grito, y ya no podemos temer
Que el techo caiga sobre nosotros, porque somos el espacio entero ensanchado
Lejos de las ropas abandonadas en la orilla deseándose,
Las ropas inútiles, familiares, externas a la danza que precede a las creaciones,
El paraíso descubierto en un espejo de luz propia.
NACIMIENTO
Mientras el monte se cubre de nieve nutrimos al ídolo
Con los miembros y órganos de los inocentes que forman parte de nosotros.
Es una cavidad relumbrante de imágenes imaginarias
Que proyecta en el espacio linternas de magia negra,
Es nuestro miedo convertido en estatua movida por la huida hacia ninguna parte,
Es el olvido mantenido por reponedores de angustia que negocian el precio de cada cadáver que no alcanza el milagro de la vida.
El robot no consigue la quietud de los campos de trigo donde el pan se forma,
Sus piezas son agrandadas por la avaricia que roe la riqueza originaria,
El robot repite conductas de una moral viciada por imitaciones
su caparazón sepulta las decisiones en ritos vanos y en ahogadas fábulas.
Mientras el monte se cubre de nieve nuestra voz ha despertado con dolor la primera y la última palabra.
LAS ÚLTIMAS MEMORIAS DEL SIGLO PÓSTUMO
Aprieto el botón automático con un calculado peligro en las vértebras,
Aprieto el gatillo hacia el blanco irónico de mí mismo,
Me pruebo constantemente con una función cuidadosamente nociva,
Tengo un cuerpo que me soborna con guiones de actor indefinido.
Tú dejarás, compañera, un corazón recién hinchado en un vaso de agua,
Tal vez la maquinaria de mi cuerpo aprobará con un gesto la embriaguez del aroma oprimido,
Yo fundé en un ensueño un mundo que se sostenía en el ojo de una aguja,
Tan perfecto y cerrado hasta quemar para siempre la bella locura de su cruel vacío.
Aunque aprieto el botón automático con un calculado peligro en las vértebras,
En el laboratorio de la risa se contagian los premios comprados por lágrimas de árida
Coraza envilecida,
Albañales de vicio corroen con fórmulas las mejillas ofrecidas por el llanto ondulado,
Y de pronto,
En lazos de seda se ahorca entre mis tétricos brazos enjaulados tu talle inerte de muñeca reducida.
DINERO
Un ruido desciende: el crimen silenciado
Es un llanto de sangre que sube de la tierra.
Nosotros conocemos el sabor de la muerte
Porque las injusticias tienen voces humanas.
Se rellenan los fosos con fardos nucleares.
En las granjas se agolpan millones de bacterias
Concentradas a punto de estallar en el vértigo
De la velocidad que alimenta los miedos.
¡Oh cívico lamento del dinero en las cloacas
Donde carne podrida emulsiona en violencia!
La patria de Caín ha negado a su hermano.
Los ídolos de angustia confunden los caminos.
Y vive entre nosotros a quien la muerte ignora:
El Paraíso Divino, el Lenguaje del Hombre.
La sangre derramada es vino de alegría
Cuando el cuerpo del mundo se comparte en verdad.
LA LEY DE LA ESTADÍSTICA
La población mundial se compone
De más de diez mil trillones de personas que no conocen la palabra esperanza;
De entre esta proporción hay mil billones y medio que se alimentan de la basura de
Los grandes almacenes asimilados a los vertederos internacionales,
Unos cinco mil millones padecen las enfermedades de otros
Diez mil millones en otras latitudes.
Los restantes e incontables supervivientes atractivos de incógnitas,
Permanecen abrazados a una raíz succionada desde su remoto yacimiento antiguamente explotado.
Los números bailan planos y dúctiles en paquetes etiquetados de información
Recolectada por discos de carbono dentado,
Pero no son los números más que los fantasmas de los individuos de humano perfil
Que decoran con radiografías iluminadas las entradas de las enciclopedias,
Pero no son los números más que integradas
Campanillas de cristal en ventanas prediseñadas por programas ilusorios,
No son los números más que repetidas acepciones de las palabras que designan
La palabra impronunciable de la vida en magnitudes de verdad ubicada,
No son los números pequeños y serviles más que diminutos espejos curvos
De muertes silenciosas y de traiciones como apegos,
Porque son los números los que acuñados en círculos de metal atragantan y venden
Al microscópico hombrecillo y a la ínfima mujercita que se unen para cocinar al calor
Del fuego compartido su plato de comida,
Porque el cemento de los números de alas ensangrentadas a veces cierra la puerta
Al corazón que aguarda sin saber lo que quiere.
También la población mundial es un abstracto escaparate de los juegos de números
En tableros aprendidos,
Tampoco los números y las cifras podrían salvar a un docto acumulador de la falta de sentido de sus actos morales.
En el globo virtual de las composiciones resulta preciso a veces
Dejar la puerta abierta a una visita inesperada que tal vez habíamos deseado antes
De conocer sus saludables efectos en lo irreal de nuestra mente atada,
Y así poder saludar entre nosotros una imagen más cercana y pura del mundo que somos.
ALEJAMIENTO
La naturaleza controlable
En un banco administrado por entidades que absorben círculos de miedo
Concéntricos al rencor se esconde en un cerco de angustia que une la piel a los huesos.
El hambre se adhiere a la atmósfera delimitada por ecos geométricos de pintados ángeles que atesoran demonios deformes,
De pronto una sábana de plástico separa los paisajes interiores.
Dividido el cuerpo en huidizas sombras de colores fugaces
El infierno ensaya la ciencia de su inútil marcha en otro espejismo
Y almacena en su estómago insaciable esqueletos disecados de seres perdidos.
El agujero negro cuelga en la galaxia, ojo desconocido,
La luz y la tiniebla lo establecen. La curiosidad lo nombra testigo.
EPIGRAMA
Diseñando superficies de ansiedad se pasean reponiendo los recolectores de lágrimas,
Colocando juguetes detonantes en las estanterías y abrillantando los dientes de los perros de compañía,
Los dividendos de la empresa se sufragan con gastos del color de las amapolas de plástico,
Envasando aventuras en placentas electrónicas con sabor a besos de primer amor,
Un edificio de lucecitas de navidad sincronizadas a la máquina expendedora que escupe dinero por la ranura chapada en oro moral,
Comprando para sobrevivir escamas fantásticas de la serpiente de las insatisfacciones,
El imperio con rentables resoluciones y celdas a la medida del sufrimiento,
Los psicópatas vendiendo caramelos dulces de nitroglicerina se recrean en la falta de argumento.
APOCALIPSIS
Se abrió la caja fuerte como un frigorífico
Y aparecieron brillantes las cabezas cortadas.
La cabeza del hijo que se suicidó con reglas
Para parecerse al padre;
La cabeza de la chica que atornilló con trampas
Oxidadas de orín moderno los tacones a sus pies;
La cabeza del fontanero emigrado que dio su vida
A cambio de un plan de pensiones;
La cabeza de la mujer abandonada por su marido
que se ató a su sombra para
conservar intacto el vestido de boda.
Se abrió la caja fuerte sin saberse cómo
Y un olor a cementerio llenó el espacio.
Un olor a redes automáticas donde se pudren
Los peces de colores de los juegos de niños;
Un olor a infecciones de temores no curados
Aprovechados en relaciones y muecas pornográficas;
Un olor a sangre coagulada y a antropófagos
Que bañan en oro los huesos de los muertos.
Se abrió la caja fuerte, las bisagras gritaron,
Y se rasgaron los velos ilusorios del mundo.
EXCUSA
Para huir de la conciencia
Inventemos una ciencia;
Definamos el vacío
Con el nombre de las cosas.
Sacerdotes que del río
Apresen embalses muertos,
Donde cultivemos rosas
En artificiales huertos.
Para huir de la conciencia,
Boca de insaciable herida,
Prescindamos de la vida,
Castiguemos la inocencia;
¿quién comprende la belleza
Que de una verdad emana?
Curar en falso es la pieza
Que un premio de olvido gana.
Pero ya no somos luego
Más que sombras de nosotros,
Una idea como el fuego
Nos precipita en los otros.
Porque estamos atrapados
En espectros ignorados,
Expulsados de la puerta,
Nuestra íntima herida abierta.
Heredamos el dolor
Y sentimos el amor.
CUARTETO DEL DELIRIO SOCIAL
Un cascarón externo desarrolla un agónico magnetismo,
Un cascarón tecnológico cierra los ojos del sentido
Y arroja una imagen monstruosa en la mente del recién nacido.
Un cascarón hueco por dentro, sin entrañas, vaciado por los carroñeros,
Un cascarón de mentiras tatuadas a fuego,
Un cascarón se asienta sobre un abismo de angustia y sufrimiento.
Un cascarón de sombras manipuladas por una bombilla de cieno,
Que trabaja desde la sombra con caricias de química muerte,
Un cascarón se funde a sí mismo con pinzas de metal incandescente.
El cascarón de las máquinas condenadas a repetir errores,
El cascarón atómico que pone trozos de carne humana en los asadores,
Se incendió de pronto el cascarón un día y estalló su bomba ahogada de emociones.
EN EL LABORATORIO
En el laboratorio
Hay un acuario de cadáveres que flotan como seres humanos,
En el laboratorio se recrean los ecos de la vida en una probeta
Y se sustituye la magia por una mecánica apariencia.
Ven conmigo al laboratorio de la sangre empaquetada,
Te mostraré la publicidad criminal de los hospitales,
Y el olor a fragancia de amoniaco en las manos de los asesinos.
Ven conmigo y te mostraré el llanto del niño,
Los pies y manos del anciano echados a suertes sobre una camilla,
Y el blanco impoluto de los blanqueados mataderos.
Para que sepas cuál es el origen de la herida y del mundo,
Para que sepas para qué sirve la religión de la belleza y cuál es la puerta que abre,
Para que compruebes el producto que llega a los grandes almacenes del gran consumo,
Para que veas en dónde se encuentran los recuerdos que perdiste.
En el laboratorio de los aislantes contaminados donde se tortura con razones aprendidas,
Donde no se escucha más que el tictac de los relojes empotrados en las paredes,
Donde se embrutecen los sueños oscuros y enferman los árboles genealógicos,
De allí proceden las guerras inhumanas de la ira que llevamos dentro.
TIEMPO
Ellas son, con cuerpos semánticos,
Las que ponemos al lado de nuestro corazón insatisfecho:
Seductoras adiciones, iguales a lo que nos falta,
Tiernos bocados de fantasía que alivian el picor de los deseos.
Símbolos varios de usados grilletes,
Retorcidas muletas en anillos de anaconda que estrangula el tedio,
Para no ver la muerte que somos escondidos consumiendo memoria,
Para no ver justamente eso.
Las grietas de las paredes, en los estucos de los temas clásicos.
¿ Cuándo veremos, si es posible, la identidad del recuerdo?
SENTIDO DE LA FIESTA
No tienen vino. Se ha perdido la alegría.
Solo el agua queda de la lluvia externa.
El amor se ha vaciado de sentido
En una boda de soledad llena.
Cerradas las puertas y ventanas
Tememos, y guardamos nuestro miedo.
¿Qué Señor nos vendrá a abrir la puerta
En la necesidad de un pobre ruego?
Sin darnos cuenta, cuando lo pedíamos,
La copa de la muerte imaginada
En su vacío alumbró un nuevo mundo.
La verdad siempre estuvo en ti guardada.
LA CUESTIÓN
Cómo se parecen los billetes falsificados
A las lágrimas sin orillas de los muertos de la Pirámide,
Y a las cuencas floridas de los lotos del río de los bienes posibles,
Y a los dedos de los artesanos retorciendo sus venas al ritmo de la música,
Cómo se parecen las caras, las efigies del desierto de calor y arena
Al lignito y al sulfuro en vetas escondidos en el centro de la tierra secreta,
Y las caras parecen anuncios de fósforo que recuerdan y piensan por nosotros,
En la velocidad nuestras informaciones se confunden como si no existieran.
Cómo se parecen, y sin embargo no son, los términos del lenguaje que nos desconoce
A los objetos que viven dentro de nosotros,
Alejados de él, ¿cómo darles vida?,
¿cómo darnos existencia entre los muertos mecánicos?
RETRATO
Un individuo desustanciado,
Atrapado entre carteles de anuncios que maniobran en su débil estatura,
Con las emociones absorbidas por planas caracterizaciones,
Un individuo rico o pobre, ridículo,
Arrastrado por los megáfonos a una manifestación multitudinaria, sin razón de ser,
Donde todos juran ser propietarios de un palmo de tierra para caer muertos,
Un individuo maleable, con la sombra vendida a un seguro,
Con la mitad del cuerpo hipotecada,
Pasea por los escaparates comiendo palomitas de maíz untadas de combustible diésel.
Buscándose en lo externo, se deshabita en apartamentos de acero con ventanas sin pájaros,
Arrojado a un pedazo de cielo pintado en una postal que le evoca su perdido rostro, su misterio negado.
ORÁCULO INTERNO
Olas de sentido desplazan la energía del espíritu por las superficies,
Olas que proceden del fondo sustantivo oculto en sombras inasibles,
Las formas se suceden silenciosas en la llanura de la mente humana,
Hasta desposarse con el fondo, hasta obrar la tierra de las revelaciones,
La tierra escondida en el secreto que hemos rescatado de nosotros.
EL ECO DEL PECADO ORIGINAL
Con la forma,
Con la forma despiadada del cuchillo que se parece a una serpiente de piedra,
El inconsciente colectivo amasa sombras de tortura del color del níquel;
Atraviesan lenguas como lanzas la boca de los profetas del tiempo,
Y una mancha de sangre se extiende de orilla a orilla y delimita el mundo.
Como un eco asfixiado la nocturna hora del fondo se encarna en verdad.
Muy pocos reconocen en el eco a la voz del Padre Origen
Que parece quejarse con mandatos de trueno,
Muy pocos reconocen en el mendigo amor a su hijo y hermano legítimo,
Aunque todas las aguas le hayan servido de espejos en la naturaleza desbordada.
La herencia se mantiene, y el contagio nutre los cadáveres apartados,
Pero la sangre brota del fondo de la herida,
Como el cuerpo de una libertad que busca ser celebrada,
Y la esperanza cura la historia restringida a un velo que tapa un muslo de la Gran Madre,
La sangre que cura a la sangre, anegando los compartimentos del miedo,
Testimonio de un cuerpo que siente y vive.
TESTIMONIO
Ahí, con los brazos en cruz,
Está el hombre muerto, tendido sobre el pavimento,
Expulsando saliva por la boca mientras sus manos se oscurecen en la noche última,
Ahí está la sombra colocada en posición fetal,
Desposeída de sí, con la mirada ausente atravesada por un rayo de luz nuestra,
Enigma antiguo, fantasma del mundo
Que nos transmite la segura verdad: fuera de nosotros no hay nada,
Solo la conciencia de vernos reflejados
En las aguas transparentes de un océano de vastos sentidos que bogan externos al tacto,
Las ilusiones que recorren la órbita de los fortuitos encuentros,
Solo creados estímulos que nos han hecho ciertos
Y responsables de una libertad que en el origen hemos elegido,
Y que nos ha resucitado del cadáver que estamos viendo.
EL GRAN INVENTO DE LA CIVILIZACIÓN
Parecían los espejismos caravanas en el desierto de los polos opuestos,
Cuando escuchamos la falsa venida del satélite de neopreno al domicilio de nuestro submarino radiactivo,
Y lo saludamos así, con las manos llenas de guantes de goma a prueba de escapes eléctricos:
“Salve, montaje de andamios, inteligencia nuestra, ven aquí y sóplanos en la oreja para ponernos en pie”.
El hielo se derritió con cierta ceremonia talmúdica y un granizo de cableados nos iluminó con un calambre espasmódico,
Y el satélite descendió, descendió, hasta tocarnos la punta de la lengua,
Y con una voz interactiva detuvo la migración de las focas de la Antártida,
Y pensamos en la señal de tráfico que nos había dado el enano azul de la pantallita,
Cuando nos dijo con la alarma programada que las comunicaciones teleadictivas terminarían por colapsarse,
Antes de que nuestros hijos hubiesen nacido para gloria de nuestros padres
Que clavaron una calavera de bronce en el sumidero de las Antípodas,
Para que ahora pudiésemos decir: “ Terribles fueron en su estúpida arrogancia”.
Entonces el satélite estaba de parto, y encendió las luces hasta calentar los metales,
Y expulsó un chorro de viento con la fuerza de mil huracanes,
Y nosotros confirmamos que un chorro de viento había expulsado
Anotándolo debajo de la camisa pegada a la piel por la etiqueta.
Terminada la función, comunicamos a las Capitales
Que no podía emplearse el satélite para un segundo uso, hicimos la maleta,
Lamentándonos de un gasto tan cuantioso para detener el tiempo en la vanidad,
Nos pusimos de acuerdo y pagamos a escote
Procurando ser corteses y dejar algo para las vacaciones – que ahí están ya-,
Y nos marchamos pensando, mientras se hundía en el mar el artefacto con bucolismo,
Cómo justificarnos ahora ante las naturales preguntas de nuestros hijos que se habían quedado jugando en casa.
LA DESCRIPCIÓN
El hastío se decora con escaparates de lujo,
Donde hay espejos que parecen caras inexpresivas.
Hombres y mujeres se desnudan en la barra del bar,
Los crustáceos de los mostradores ensayan música golpeando la coraza con las patas.
En la obertura del acto brindan manos cortadas sus copas de licores,
Y la caja registradora deja caer en los sueños su rauda lluvia metálica.
Filetes de carne se rehogan con salsa picante en inflamados paladares,
La prisa ha barrido los encuentros de la noche estrenada,
Ya las lucecitas de colores indican la salida al desamparo de la calle etílica.
Es el día libre de los empleados que bajan los ojos ante los clientes respetables,
Los profesionales que vendan la llaga ajena con una cataplasma liviana,
Y los borrachos se permiten la licencia de decir algo entre dientes antes de ser acusados.
Salvo dos o tres curiosos, se han ido casi todos al barrio paralelo,
Allí se encubren en el doble mundo de los fraudes cooperados,
Allí fabrican los dragones inflamables de la educación y de los prejuicios cotidianos.
La poesía no se vende, la poesía se vive.
Se cuela en las descripciones y reconoce
Los negativos de las fotografías,
Atraviesa como el aire o la luz las ventanas
Procedente del centro de la voz,
Sobrepasa el polvo de los teatros y libera las fuerzas ocultas del alma respirable,
Hasta devolver al tiempo su obra necesaria, la esperanza que asienta nuestra verdad soterrada.
EL PASO
Se agrieta la superficie del asfalto y emergen chorros de azufre que establecen cortinas de tiempo conjeturado,
Bajo capas y capas de residuos sólidos de lenguaje cubierto de grava plástica,
Se agrietan las superficies y se contaminan los falsos manantiales de los contratos canónicos que emulan estatuillas de pólvora,
La noche absorbida estalla en la humildad de una pálida estrella con cuerpo humano.
Arrecia el austro desde el sueño y anega de un diluvio espeso la mente estéril,
Pero vuelven los continentes del fondo, con la vegetación y la fauna de nuestro despertar.
El paso es necesario,
entregarse al camino es
la sabiduría de lo que puede amarse,
mientras desaparece en nuestro vacío imaginado el mito del aprendido error.
INVOCACIÓN EN UN SUPERMERCADO
Es imposible regresar
Sin sortear los nudos de la red en donde
Quedaron atrapadas las voces de los enigmas,
Sueños que parecieron pájaros en el amanecer.
Es imposible regresar
Sin darse la vuelta, pisando nuestra muerte,
Nuestro parentesco con el polvo intransitivo
Y ver a lo lejos los focos que iluminan la desesperación.
El centro de la tierra no era el infierno
En torno al cual giraban, grávidos, los esqueletos del lenguaje
Convertidos en visiones de una alcoba oscura.
De allí salían los inválidos huéspedes del grito bélico
Convertidos en ídolos recién fundidos ocupando
Los hogares abandonados,
Con cuerpos de productos servidos al vacío
Que depredaban los vientres de las embarazadas
E imaginaban a un ángel vengador
rebajado al cordón umbilical de un mentido poder;
por el hilo del recuerdo, a ciegas y en el lugar del primer despertar,
desandando los pasos del círculo que otros llamaron vicio,
en busca de nosotros, superando la ilusión del laberinto interno,
hasta hallar el hueco del origen y el fin,
la salida y el encuentro,
hasta saber que aquí nunca hubo nada
y que allí, en su reino, todo permanece.
LOS SUEÑOS
El oscuro oráculo de la imagen
Cultiva en su noche oculta la llave de la conciencia dormida.
Los sueños brotan, germinales, de la tierra percibida,
Y sus semillas celebran los nacimientos de la materia otra vez creada,
El viento lactescente, el magma de la voz penetra la corteza del tiempo
Desnudando de sombras la identidad amada.
LIBERTAD
La puerta más estrecha
Entre contrarios extremos, manos de la corriente,
Entrada y salida de un respirado espíritu que llega a alumbrar un cuerpo,
La libertad transcurre en leyes que flotan sobre la despejada apariencia.
El ideal oscila entre el día y la noche
Con sus luces fijas señalando la tierra de lo que existe
Como un parto sencillo, de dentro a afuera.
¡ Ideal del suelo del nacimiento!,
Nuestros pasos son latidos de la creación que obramos
Con la serena voluntad de permanecer conscientes.
Entregados al transcurso, evitamos la tensión mortal del miedo,
Soltamos lo que nos ata hasta saber sin saberlo.
RESURRECCIONES
De los pozos de petróleo abiertos sobre la piel del esclavo sometido a otro progreso
Han brotado palabras que ahogaron a los vendedores de explosivos;
De la carne y la sangre de la mujer violada por los opresivos tanques de la guerra económica,
Han despertado de la tierra pisada por las ruedas de azufre los muertos en el sueño dormidos.
Los demonios han salido gritando por micrófonos de angustia,
Pero el terror los sepultó en música de corazones en vida palpable convertidos.
AMOR
Vuelve ahora tu mirada
Y contempla lo que tienes delante.
Milton
El miedo se arrastraba entre generaciones
Como culebra oculta en ficticias heridas
Que evocaban veneno y nostalgia de sangre
En los vestidos vanos de los avergonzados.
La posesión destruye el equilibrio humano
Cuando sus edificios agrandan nuestra sombra.
Los demonios devoran con temores el sueño,
Cuyas alas no alcanzan su realidad sufrida.
Tristes son las mentiras negadas por la muerte
-el tiempo es un exilio nacido de la excusa
que la venda del miedo disfraza en el deseo-.
La ilusión multiplica en vano su reflejo.
Hasta que el día se cumpla en que la gracia exista
Pondremos la esperanza en la luz más oscura,
Hasta entregar al todo la nada que nos duele
Abriendo simplemente los ojos al vacío.
RECONCILIACIÓN
Reconocerás el vuelo de los insectos de la tierra
Cuando coloques la pierna izquierda sobre el mostrador,
Cuando desvanezcas el sistema refrigerador de las linternas eléctricas
Y de los pisos de habitaciones amuebladas con estalactitas de sal,
Cuando rompas el enigma de la noche con una palabra corpórea salida de ti.
No hay nada fuera. Aguarda a que todo salga del interior.
Esa es la verdad que estás buscando.
Pon en orden los astros maravillosos
Y abandona la herencia a su suerte.
Nada tiene que ver contigo.
Allá, en el camino del crecimiento, te están esperando.
No te detengas en el duelo,
Pero expulsa en certeza el mal que te han introducido,
Y funda la paz sobre estas ruinas,
Sobre los testimonios nunca ajenos que has vivido.