LA RELIGIÓN DEL TIEMPO – EL SENTIDO DEL TIEMPO

 

 

Tuve hambre,

otros lo llamaron deseo.

Tuve sed,

otros lo nombraron muerte.

 

Tú y yo sabemos lo que fueron:

origen del poder que nos ha unido

del único poder – el amor vivo-

que albergándolo logramos hacer nuestro.

 

Un fuego que no abrasa el alma enciende,

tan mía como tuya, llama innata

previa al alumbramiento de la voz

antigua y nueva, y su manjar mantiene

la memoria de la libertad

que en esta tierra que huye de nosotros

clama por una lluvia de verdades.

 

Y la virtud de las generaciones

es alimentar la inmortal sustancia:

el perdón más allá de toda culpa.