Entre tanta metamorfosis
de mitos sobre mitos
en el oleaje neutro
del mar del cambio,
yo pongo una isla sólida
donde morar,
yo pongo el espíritu
firme, sobre el agua inestable.
Deteneos, que viene el alba
sobre la plaza del mundo;
reuníos allí, gentes.
Vamos a cantar.
No queremos discursos
ni argumentos, nuevos mitos.
Solo queremos cantar.
Cantar al cielo
que se ve desde el óvalo de la plaza,
desde la metafísica del ojo.
Solo queremos cantar.